Lino, la pieza que le faltaba a Simeone
El brasileño volvió a ser indiscutible en el carril izquierdo y se afianzó en el once titular del Cholo en el derbi madrileño.
El Atlético de Madrid salió victorioso de un derbi muy disputado. Más allá de los tres goles anotados por Morata (dos) y Griezmann, Samuel Lino brilló por la banda del Metropolitano y causó verdaderos estragos por la izquierda. Aportó ritmo y explosividad en cada arrancada, metiendo una marcha más a los ataques de su equipo.
El brasileño demostró un día más sus grandes condiciones que cumplen con las expectativas que el Cholo busca en sus jugadores. El técnico rojiblanco valora a los jugadores con garra e intensidad. En el caso de Lino, su desborde y determinación en los metros finales le convierten en un jugador total. Porque ayer Lino no solo fue un ciclón en el área rival sino que trabajó en labores defensivas y aportó todo lo que se le puede pedir a un jugador en su demarcación.
Frente al Real Madrid, todo lo que tocaba Lino lo convertía en oro. En otras palabras, de sus botas surgieron las mejores ocasiones del partido, con permiso de Saúl (que repartió dos asistencias). En el primer tanto del partido, a los cuatro minutos, Lino centró un balón teledirigido a la cabeza de Morata para que el Atlético consiguiera adelantarse en el marcador.
El resto del encuentro tanto él como Nahuel camparon a sus anchas por sus respectivas bandas ante una desordenada y adelantada defensa madridista. El jugador carioca, según datos de Opta, fue el hombre que más rindió en el aspecto defensivo (cinco entradas ganadas y cuatro recuperaciones) y el que más regates completó (dos). Esto demuestra su tremenda implicación no solo en ataque sino también en parcela defensiva.
A la tercera va la vencida
A principio de temporada, Lino partía como el tercero en discordia para hacerse con una plaza en el once de Simeone. Por delante tenía al favorito Carrasco (que terminó marchándose a Arabia) y Riquelme, que era un jugador muy del agrado del Cholo.
Sin embargo, la marcha del belga al Al-Shabab abrió un panorama totalmente distinto para el brasileño. Después de perder el duelo con Riquelme en los primeros encuentros del presente curso y de partir desde el banquillo en todos ellos. Tras el varapalo ante los chés, tiró la puerta abajo con su primera titularidad y su gran actuación en Roma. En el derbi madrileño se consagró como la pieza que le faltaba al Cholo desde el adiós de Carrasco y volvió a cuajar un encuentro de alto voltaje.