Lim tiene bloqueado el Valencia
Layhoon tiene que hacer ver al máximo accionista la situación real del equipo. La dirección deportiva espera el ok del dueño para definir los fichajes y salidas que tiene apalabrados.
El trofeo Naranja acabó de desnudar al Valencia y sacó a relucir todas las carencias que tiene el equipo de Baraja en la zona de ataque. El once, el banquillo, el desarrollo del partido en sí, los cánticos de la grada, las declaraciones posteriores de Baraja... El valencianismo es un clamor, tanto desde fuera como desde dentro, todo el mundo lo ve... menos Peter Lim. El Valencia necesita refuerzos.
Lo dijo el capitán Gayà, con la Geperudeta presente; lo proclamó Baraja anoche a los cuatro vientos: “Podemos estar hablando tres horas de lo mismo. Es obvio que necesitamos reforzar la parte de delante y las bandas”. Pero Lim tiene el club bloqueado. No da el ok ni para operaciones que tiene Corona finiquitadas desde hace días (Amallah y Marcos André), ni mucho menos para realizar una inyección económica en el club que permita a la dirección deportiva reforzar el equipo de manera digna.
En esta situación, la única persona que puede hacer entrar en razón al magnate de Singapur es Layhoon Chan, la presidenta de la entidad. Ella estuvo en el palco de Mestalla. Se tragó una vez más el sapo de los cánticos de los aficionados pero además vio las carencias que tiene este equipo y atisbó los problemas que tendría la plantilla actual para mantener la categoría. Y si no lo vio, seguro que alguien de los que tuvo al lado se lo tuvo que hacer ver. Porque ese también es el trabajo de Corona.
El Valencia lleva dos años asomándose al pozo de la Segunda División. Pero este año, si no hay inversión y refuerzos, puede ser que un histórico caiga al abismo sin fecha de regreso. Ese es el último servicio que tiene que hacer ahora mismo Layhoon al Valencia: convencer a su jefe de que con esto no da. No es urgente ahora mismo desbloquear el asunto del estadio. Lim debe asumir que si quiere mantener los ingresos de televisión, si quiere que sus acciones no pierdan valor con un descenso de categoría, debe quitarle el corsé a una entidad que tiene paralizada. Hoy antes que mañana. Y Layhoon no puede mirar más hacia el otro lado. Es la única que puede poner en marcha una planificación que ahora mismo está enrocada a sólo 25 días de que se cierre el mercado de fichajes.