Lezama-Zubieta, el eterno pulso de canteras
Ambas factorías no cesan de fabricar talento para el primer equipo o para abastecer a la élite. En el camino, los casos llamativos de Etxeberria, Alkiza, Iñigo Martínez, Zubiaurre y de Remiro en sentido inverso.
Esta misma semana LaLiga publicaba una estadística en la que testaba a los clubes de Primera y se focalizaba en el dato de que los cinco equipos de Europa que utilizan a más canteranos en el primer equipo participan en la Primera española, aunque en algún caso puede ser rebatible por el dudoso origen de su procedencia: Real Sociedad (16), con Turrientes, Magunazelaia o Urko González de Zarate como últimos ejemplos, Athletic (13), con Unai Gómez, Jauregizar y Canales como últimos exponentes, FC Barcelona (12), Valencia CF (11) y Osasuna (10) conforman el quinteto de elegir esta filosofía de vida.
Por tanto, se demuestra que Zubieta y Lezama no paran de manufacturar futbolistas para la élite, aunque a veces se rocen por coincidir en elecciones en el afán de captar a los mejores mimbres. De hecho, el Athletic tiene al Antiguoko, de donde han salido los Agirrezabala, Berchiche o Guruzeta, y antes Aduriz e Iraola, como aliado en el corazón de San Sebastián. Sin pasar por la Real debutaron en la élite en el Athletic. Zubieta lo intentó y logró con el Arenas como club convenido de manera casi testimonial, con Isaac Aketxe como el único captado de aquella intentona de asentarse en territorio vizcaíno. Hace unos meses, el espigado Infantil Alfredo Alogo desató la guerra de canteras, resuelto finalmente sin atravesar la A-8. Una vía trazada en los últimos años con los Petxarromán, Martón o Azkune rumbo a Bilbao y Xabi Castillo, Sergio Corino, Álex Remiro, que transitó por la grada de San Mamés en una medida más que cuestionable por su decisión de cambiar de guantes, y el último caso del mediapunta de Gorliz Mikel Goti, que debutaba este jueves en Copa ante el Jove con gol, en el camino contrario labrándose la oportunidad de ascender o asentarse a la Primera División.
Una vieja historia que además de los Iriondo, Arrien, Uralde, Jon Andoni Goikoetxea o Bixente Biurrun, que jugaron en ambos equipos, ha tenido continuidad hasta el famoso caso de Iñigo Martínez, central por el que el Athletic pagase su cláusula de 30 millones a la Real para solapar la marcha de Laporte a la Premier. El zaguero ondarrutarra que seguía la estela de Loren Juarros. En 1989, el Athletic pagó la cláusula de rescisión de 300 millones de pesetas que tenía en la Real. Suponía el fichaje más caro de la historia de LaLiga por un futbolista español para un delantero reconvertido en central.
Varios futbolistas han tomado la misma senda. Lutxo Iturrino, formado en la cantera de la Real, fichó en 1989 por el Athletic. David Billabona firmó en la temporada 90-91 por el Athletic desde Atotxa. Andoni Imaz, tras siete temporadas con el club donostiarra, decidió no renovar para fichar por el eterno rival. Después sería delegado en San Mamés. Los tres sin demasiado recorrido ni relevancia para el público de La Catedral. Jugadores de equipo, complementarios. Quién más ruido montó fue, sin duda, el internacional Joseba Etxeberria. Balón de Oro juvenil, el Athletic abonó 550 millones de pesetas en 1995 por un prometedor extremo elgoibartarra de 17 años, que despuntaba en las categorías inferiores de Zubieta y había debutado ya en la élite. El Gallo se convirtió en un mito en su rápido acoplamiento en Bilbao y su excelente rendimiento. Enlazó 514 partidos y más de 100 goles antes de retirarse como león el eterno dorsal 17. Ahora pelea en el mundo de los entrenadores pilotando al Eibar, curiosamente en la frontera de ambos rivales, con su población dividida en sus preferencias.
El centrocampista Bittor Alkiza, hijo del que fuera presidente de la Real, en 1994 fichaba por el Athletic para completar nueve temporadas como león de manera natural, sin estridencias, como ahora como segundo entrenador de Jagoba Arrasate en Osasuna y Mallorca. Le siguió Igor Gabilondo, que dividió su carrera con seis temporadas en Anoeta y otras seis campañas en San Mamés. Caso aparte fue la polémica captación de Iban Zubiaurre. Formado en las categorías inferiores de la Real, se incorporó en la temporada 2006-07 tras una campaña en blanco con su caso en los juzgados. Hasta cinco millones fue obligado a abonar el lateral a la Real en forma de cláusula de rescisión, con responsable subsidiario el propio Athletic. Años después fueron transitando el lateral izquierdo Mikel Lasa, el delantero Iñigo Díaz de Cerio, lastrado por las lesiones, y el pivote defensivo Gorka Elustondo, otros de los jugadores de la Real que vistieron de rojiblanco. Otros como Viguera y Gorosabel se asentaron en Vitoria antes de recalar en el conjunto bilbaíno.