Lewandowski ‘desmiente’ a Xavi
El extécnico azulgrana consideraba que ya no estaba para ser el jugador franquicia de un equipo campeón y su relación no terminó bien. Lleva siete goles que han significado siete puntos.
Su dorsal es el nueve, pero esta es la semana del siete para Lewandowski. El Barça consiguió ante el Getafe su séptima victoria en siete partidos en la Liga, y el jugador marcó su séptimo gol. Sus goles, además, le han dado siete puntos al Barça. El doblete del 1-2 en Valencia supuso una victoria; y luego ha tenido un protagonismo clave contra Athletic y Getafe. Lewandowski no llega a las cifras de su primera temporada, cuando en los siete primeros partidos de Liga anotó nueve goles. Sin embargo, en ese curso 2022-23, de esos goles sólo uno, el de Mallorca, había sido decisivo. Como en el curso pasado, sus goles esta temporada, su tercera en el Barça, valen más.
A sus 36 años, Lewandowski ha mandado un mensaje muy potente en el inicio de temporada. No está caducado. Dolido porque Xavi le pidiese a Laporta su salida porque consideraba que ya no estaba al nivel físico ni futbolístico para ser el jugador franquicia de un equipo campeón, su relación con el entrenador de Terrassa terminó mal. El fútbol, siempre tan paradójico, le regaló a ‘Lewy’ una carambola perfecta: cuando todo parecía indicar que su futuro podía estar lejos de Can Barça, porque Xavi no era el único que desconfiaba de él, el club azulgrana contrató a Hansi Flick, uno de los entrenadores que mejor le ha entendido y más rendimiento le ha sacado en su carrera.
La autoestima de Lewandowski se ha multiplicado este verano. Cuando Polonia fue eliminada en la Eurocopa, pensó en lo justo en las vacaciones. Poco después, y mientras muchos compañeros estaban de vacaciones, trabajó en su casa de Santa Ponça y hasta habló personalmente con Juanjo Moral, el presidente del Cade Paguera, un club local, para que le abriese sus instalaciones y le permitiese entrenarse en solitario.
Su inesperado inicio de temporada ha sorprendido en Barcelona. No sólo ha hecho goles. También ha ayudado en el cambio táctico del equipo. Tiene otro rol en defensa. También en ataque, donde viene a recibir a zonas intermedias y genera espacios para la incorporación de Raphinha y Pedri desde la segunda línea. Definitivamente, es un jugador más liberado y feliz. Se le ve en el césped. Su estatus, además, ha cambiado en el vestuario. No fue elegido como uno de los capitanes, pero se ve a leguas que tiene ascendencia. Y, para colmo, el club le ha escuchado cuando ha dado la opinión sobre un compañero y amigo, Szczesny, que pronto será su aliado en el vestuario.
Su principio de temporada, sorprendente para bueno, obliga a mirar, finalmente, a su situación contractual. Si Lewandowski juega menos del 55% de los partidos oficiales de esta temporada, el Barça puede rescindirle el contrato en junio de 2025 (considerando como partido oficial que juegue al menos 45 minutos del partido). Salvo lesión, no parece un escenario real, así que todo dependerá del rendimiento deportivo. Si el Barça gana títulos y sigue rindiendo así, seguirá. Si el Barça se cae, Lewandowski saldrá porque, posiblemente, Flick también salga.