Le toca a Rodrygo
No marca desde la primera jornada y quiere reivindicarse. Sobresaliente parón con Brasil: dos goles y regreso a la banda izquierda, donde se siente más cómodo. Ancelotti busca ‘liberarlo’.
No está a debate el sacrificio de Rodrygo, tampoco su participación en el juego ofensivo o compromiso sin balón. Pero sí le rodea un runrún de cara a puerta. Le está faltando el gol, el último mordisco. Y es algo que hoy quiere cambiar. La tarea pendiente de quien, en ausencia de Vinicius, ha sido nombrado líder del ataque en funciones. Con permiso de Bellingham, la pólvora pasa por su cañón, desacertado en lo reciente.
Y es que el brasileño no marca desde la primera jornada, cuando firmase el zarpazo inaugural del curso en San Mamés, guarida de Leones: pared con Carvajal, control orientado y disparo al primer palo, sorprendiendo a un Unai Simón que tocó, pero no detuvo. A partir de ahí, mucha varita y poco cañón. Mucho fútbol, muchísimo, pero sequía goleadora. Agua en los Juegos Mediterráneos, agua en Balaídos y agua contra el Getafe. Hoy le llega la hora de reivindicarse.
Y viene con la moral reforzada tras un parón sobresaliente con Brasil. Allí, también sin Vini, recibió la responsabilidad de la banda izquierda y demostró por qué es donde más cómodo se siente. Doblete en el primer partido (5-1 a Bolivia) y eje fundamental en la sufrida victoria del segundo (0-1 en Perú). Ese reencuentro con el gol ha rellenado su depósito de confianza, alto de serie. Y le hace mirar al partido de esta noche con sangre en los ojos. Sabedor de que también se le piden goles y es su momento. Que ahora, le toca.
Ancelotti quiere ‘liberarlo’
Preguntado por un cambio del 4-3-1-2 al clásico 4-3-3, Ancelotti negó la mayor. “Sin Vinicius vamos a adaptar el sistema, no cambiarlo. No tenemos a nadie como Vini, eso es así. Si juega Joselu utilizaremos más centros y con Brahim, fútbol entre líneas. Será adaptarnos, no cambiar el sistema”, dijo. Pero esa adaptación esconde un pequeño 4-3-3. Porque la intención del italiano es soltar las cadenas de Rodrygo, dejarle caer al costado y que ataque desde ahí. Ese movimiento dejaría a Joselu como más nueve referencial y abriría el costado diestro a Valverde. Será circunstancial y de ahí, la “adaptación”, pero será.
El desafío de los 20 goles
Rodrygo viene de firmar los mejores números de toda su carrera: 19 goles y 11 asistencias. Una cifra espectacular que, sin embargo, le dejó una pequeña espinita: se quedó a uno de romper la barrera de la veintena. Ese es el gran desafío de este curso. Superarse. Lo que supondría también derribar el muro. De momento sólo acumula una diana, pero queda toda la temporada por delante. Y él sabe que el reto es transparente: llegar a esa cifra. Empieza hoy.