Lateral por derecho propio
El club decide confiar en Lucas Vázquez, que se ha ganado la oportunidad. El 33% de sus partidos han sido como lateral. Pasa a ‘ser’ segundo capitán.
Lucas Vázquez se lo ha ganado. Y saldrá mejor o peor, pero merece esta oportunidad. Es la conclusión a la que se ha llegado en las altas esferas de Chamartín, tras intensas horas de conversaciones sobre si se debía salir al mercado invernal en busca de un refuerzo o no. Incluso poniendo sobre la mesa la posibilidad de firmar un lateral derecho libre, aunque el panorama ofrecía tan pocas garantías, que esto se desestimó rápido. Todo acabó en Lucas. En confiar en él para esta temporada. Es, probablemente, el mayor desafío de su vida.
Para poner el asunto en perspectiva, no alcanza los 30 partidos en una Liga desde la 2018-19, hace más un lustro. Y entonces, disputó 31. Englobando tanto participaciones de titular, como saliendo desde el banquillo. El único criterio es que jugase. Y no es culpa suya, ni mucho menos. Lucas lleva años abonado a ese rol de futbolista de equipo, enormemente generoso con el grupo, con el colectivo. Uno para todos, más que todos para uno. Y viviendo a la sombra de Carvajal (quien lejos de menguar, ha ido mejorando hasta alcanzar esta temporada una versión tan impresionante, que su nombre está en la mesa del Balón de Oro). Lucas, antaño extremo, ha mutado en un lateral sólido y ofensivo. Con alguna duda para ser titularísimo, pero ninguna como recambio. La cuestión es que, ahora, le ha llegado el momento de la verdad.
Muy lateral
De dar un paso al frente. Y en lo tangible, el club confía. Tiene motivos de sobra. De sus 351 partidos con el Real Madrid, 114 ya han sido como lateral derecho. Es decir, el 33% de sus participaciones con el club de su vida han sido en la parcela defensiva. Y subiendo. Porque esta ya es su posición habitual y, visto el contexto, esto no va a cambiar ni lo más mínimo. En ella ha jugado minutos de enjundia: la ida de las semifinales de Champions de la temporada pasada (en Múnich), el Clásico en el Bernabéu (3-2, donde fue héroe con el gol del empate) o la final de la Supercopa de 2022 (0-2 al Athletic).
Como lateral ha hecho 12 goles y dado 20 asistencias. Y cuando más regularidad ha podido adquirir, fue en la temporada 2021-22, llegando a disputar 32 partidos oficiales como lateral derecho entre todas las competiciones. Lucas nunca ha torcido el gesto, ni puesto una mala cara. Todo lo contrario. Ha demostrado que personalidad y carácter, no le faltan. Y hay confianza en su fútbol.
A por leyendas
Da un paso al frente en una temporada histórica en lo personal. Con esos 351 partidos en la mochila, acecha a figuras como Míchel Salgado (371). Un estandarte de la posición que deberá defender. En lo corto, está a punto de superar a Isco (353), Varane (360), Nacho (364) o Grosso (366). Pero es que alzando la mirada... se encuentra el desafío de llegar a los 400 partidos. Algo mayúsculo. Y que que permitiría dar sorpasso a Di Stéfano (396) o Juanito (401). En una temporada de hasta 72 partidos, el Madrid todavía podría disputar 60 más. Y Lucas participará en muchos.
Y ‘nuevo’ brazalete
La novedad no es sólo el cambio de rol, sino también de estatus. Lucas es el tercer capitán del equipo, por detrás de Modric y Carvajal. Pero a efectos prácticos pasa a ser el segundo. Cuando ejerza de lateral, que será en muchísimas ocasiones y Modric no esté sobre el campo, él será el encargado de llevar el brazalete. Este efecto dominó afecta a Valverde, que pasa a ser el tercero... ¡Y Vinicius, que se convierte en el cuarto! Llegó el mismo verano que Courtois (2018), pero algo antes en la cronología. A efectos prácticos, el brazalete pasará a estar en sus brazos más de lo previsto. Y Lucas asume una segunda capitanía. Sin vértigo. Y sabedor de que tiene la confianza de su club.