Las promesas de La Masia que acabaron en fracaso
No todo han sido éxitos en la fábrica de talentos del Barcelona. Algunos futbolistas que apuntaban al máximo se quedaron por el camino.
Por la Masia del FC Barcelona pasan infinidad de jugadores. Pese a los éxitos de Messi, Xavi, Ineista, Pedro, antes Pedrito, Busquets, Piqué o Jordi Alba o los más recientes de Lamine Yamal, Cubarsí, Casadó, Bernal, Gavi o Fermín, hay muchísimos futbolistas que también apuntaban muy alto y se quedaron por el camino. No es nada fácil llegar a la cantera del Barcelona, es duro y exigente mantenerse y para llegar al primer equipo hay que tener el talento, una pizca de suerte y que el entrenador de turno apueste fuerte por los jóvenes. Y una vez llegado, claro está, rendir bien para consagrarte.
En la historia del club azulgrana, hay jugadores que prometían mucho por sus registros y actuaciones inferiores pero que al final quedaron en nada. En los últimos años, el gran ejemplo podría ser Riqui Puig. De eterna promesa a gran fracaso. El centrocampista era uno de los señalados. Se lo llegó a comparar con los grandes medios que ha tenido el Barcelona porque era un superdotado técnicamente, con buena visión de juego y cierto carisma, sobre todo entre los más jóvenes. Pero ninguno de los cuatro entrenadores que tuvo (Valverde, Quique Setién, Koeman y Xavi) confió en él. Poco predispuesto a luchar por hacerse un nombre en el fútbol, los grandes elogios le hicieron más mal que bien. Con apenas 22 años está jugando en la MLS, una liga menor, y no parece que quiera regresar a Europa.
Bastante reciente también es el caso de Ilaix Moriba. Koeman le dio la alternativa y respondió a las mil maravillas. Lo tenía todo para triunfar y asentarse en el primer equipo pero escogió el dinero antes que un proyecto deportivo en el Barcelona y se fue al Leipzig después de negarse a renovar. En Alemania apenas jugó y ha ido encadenando cesiones (Valencia, Getafe y Celta) quedándose muy lejos de lo que un día apuntó. Lo llegaron a comparar con Paul Pogba.
Otro centrocampista que estaba llamado a ser importante en el futuro del Barcelona era Sergi Samper. Jugador con ADN Barça, se confiaba en él para mantener la saga de ‘4′ en la historia del club (Milla, Guardiola, Celades, Xavi, Busquets...) pero la competencia, las pocas oportunidades y las múltiples lesiones lo impidieron. Sus cesiones al Granada y al Las Palmas tampoco le fueron bien. Se fue a Japón, al Vissel Kobe y jugó en el Andorra de Piqué para acabar en el Motor Lublin polaco.
Si vamos más atrás, encontramos a Gai Assulin, al que se le puso el mote de “Messi israelí”. Una comparación que, como el mismo reconoció, le hizo daño porque a todos los clubes a los que fue se pensaron que fichaban a una estrella capaz de marcar muchos goles y sortear rivales como el argentino. Deslumbró en el filial del Barcelona pero apenas tuvo minutos en el primer equipo. Luego se fue al Manchester City, donde tampoco jugó, y a partir de ese momento se convirtió en el clásico trotamundos del fútbol jugando en equipos menores. Pasó por el Racing de Santander, Hércules, Mallorca, Kairat Almaty de Kazajstán y el Crema de la Serie D italiana. Hasta llegó a participar en la Kings League.
Aunque finalmente ha acabado haciendo carrera en Europa, Gerard Deulofeu apuntaba a estrella en las categorías inferiores del Barcelona. Lo habían escogido como uno de los elegidos y, por su juego, era comparado a Cristiano Ronaldo. Extremo desequilibrante y con carácter, en su contra jugaron su poco compromiso defensivo y algunas actitudes que lastraron su paso por el Barcelona. Debutó con 17 años con Guardiola pero con la llegada de Martino se fue al Everton y luego estuvo cedido en el Sevilla y en el Milan, donde rindió a buen nivel. Regresó al Barcelona pero no contó para Valverde y fue cedido al Watford, que lo traspasó al Udinese. Las lesiones también lo han mortificado durante su carrera.