Las Palmas se achata por los polos
Como si hubiera heredado los males del curso anterior, el equipo de Carrión sigue concediendo mucho atrás y está prácticamente mudo en ataque.
Por más que el trabajo de estas semanas sea un banco de pruebas y nada oficial haya en juego, los cuatros partidos de pretemporada que Las Palmas ha jugado hasta la fecha, sin que de momento sea oficial ninguno más, ponen en el punto de partida al equipo entrenado ahora por Luis Carrión. Ni que estuviera empeñada en repetir los pecados más capitales del curso anterior, la formación grancanaria no muestra el progreso necesario.
Ocurre que la UD se achata por los polos, fundida como está en ambos lados del campo. Hasta la fecha, ni en Marbella ni en Cesena, donde ayer fue avasallada por el Inter de Milán (3-0), Las Palmas ofreció síntomas de mejoría ni protegiendo su portería ni atacando la contraria por más que la voluntad de sus futbolistas, especialmente en ataque, ofrece fogonazos de esperanza.
Paradójico resulta, en cualquier caso, que los dos únicos goles marcados en esos 360 minutos de juego hayan sido obra de Iván Cédric, para quien se estudiaba una cesión por mucho que hubiera aterrizado este verano en Gran Canaria tras pasar por el Valladolid. Si en el primero, ante el Como 1907 de Fábregas y Reina, aprovechó un centro de Manu Fuster, en el segundo se pegó un sprint de velocista para aprovechar un fallo tan grosero de Marc Martínez, portero del Granada.
En ambos partidos Las Palmas llevó la iniciativa pero de una manera cándida, sin apenas efecto en los rivales, perdonando cuantas ocasiones de gol tuvo. Contra el Como volvió a desconectarse, acaso relajada, creyéndose más de lo debido que los resultados estivales no importan, y se dejó remontar en menos de dos minutos mostrando así, a la primera, su enorme fragilidad atrás. Jaime Mata se topó con el larguero contra el Al Sadd, donde fue más de lo mismo, como contra el Granada.
Ante el equipo nazarí, un nuevo despiste defensivo, de esos que parecen eternos, volvió a costarle el partido a Las Palmas cuando Faye, con el duelo agonizando, se elevó sin apenas oposición para conectar un cabezazo imposible de atajar para Dinko Horkas, poniendo así el 1-1 en un partido en el que el equipo insular llevó la iniciativa pero de manera tan estéril como tantas veces hace unos meses.
Y contra el Inter, todavía en formación y con muchas de sus estrellas en otra parte, más allá del poste de Fabio, entre poco y nada. Otra desconexión le costó el penalti de Herzog que se tradujo en el 1-0 de Taremi. La vaselina de Dimarco que puso el 3-0 ejemplificó, otra vez, que Las Palmas, 20 días después de volver a entrenar, vuelve a estar en el punto de partida. Se antoja imprescindible la llegada de un central, mucho más después de la salida del Coco, y que McBurnie justifique cuanto antes la apuesta de tres años por él. Mientras, Las Palmas domina en el medio y se achata en los polos del campo. Y claro, continúa sin ganar.
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