Las Palmas, de revelación a caer en picado en un mes
El equipo insular, que llegó a rozar puestos europeos, malvive en este tramo final. Pese a todos los males que le acechan, tiene el descenso a 12 puntos.
Por mucho que se desarrolle en pleno invierno, el mes de febrero es uno de los más esperados cada año en Las Palmas de Gran Canaria. No sólo por el verano eterno que perfuma este delicioso rincón atlántico. También, claro, por la celebración de su icónico Carnaval, auténtica fiesta del pueblo aunque parte de él no lo entienda.
Precisamente en el mes de febrero Las Palmas estaba en plena celebración de la fiesta más popular de la ciudad y del éxito superlativo de su equipo de fútbol, acaso la institución deportiva con más eco de Canarias. Resulta que, tras ganarle 2-0 al Valencia el día 10, tenía 35 puntos y estaba a solo dos de los puestos europeos, aquellos 37 que tenía la Real Sociedad. Más hormiga que cigarra, no cayó a los infiernos por su tremenda recolección invernal.
Solo de momento, aunque parece que el tic tac sigue jugando a su favor. Pese a que acumula ocho partidos sin ganar, cinco derrotas del tirón, 19 goles encajados en ocho partidos, una portería que hace aguas… se mantiene 12 puntos por encima del descenso, frontera que marca el Cádiz, cuando apenas quedan 18 por jugarse. Sin embargo, este tramo final de la temporada se puede hacer muy largo para este equipo que, hasta hace no tanto, fue la auténtica revelación de LaLiga EA Sports junto al Girona. Estas son las principales razones de su caída en picado:
En el Cívitas, primer paso de la regresión
Una semana después de doblegar al Valencia le tocaba a Las Palmas visitar al Atlético de Madrid. Aquel 5-0 destapó, de repente, todos los males que afectan al equipo de García Pimienta, especialmente en defensa. En las primeras 24 jornadas sólo había encajado 20 goles. Desde entonces, en los ocho partidos siguientes, desde el Cítivas Metropolitano hasta Balaídos, le han marcado en 19 ocasiones.
Dos puntos de 24
La plantilla grancanaria no levanta cabeza desde entonces. Antes de visitar al Atlético de Madrid sumaba 35 puntos. Ahora mismo sólo tiene dos más. En esta secuencia de ocho jornadas sin ganar apenas arañó dos empates ante Osasuna y Getafe (3-3). Las derrotas, ante Atlético (5-0), Athletic (0-2), Almería (0-1), Barcelona (1-0), Sevilla (0-2) y Celta de Vigo (4-1), las últimas cinco del tirón.
Coladero
Su portería es, ahora mismo, un auténtico coladero. Así, pasó de recibir 11 tiros cada 90 minutos para encajar 0,80 goles, a recibir entre 10 y 11 disparos para un total 2,40 goles en contra por partido como demuestra la exacta métrica de Besoccer.
Menos paradas
Si Las Palmas recibía casi 4,50 tiros a puerta por partido y Valles repelía casi 3,60, ahora le tiran prácticamente lo mismo, pero el porcentaje de paradas desciende al 2,25%, cifras que, de momento, no deslucen la gran temporada del portero sevillano. Le queda un año de contrato que no parece que vaya a cumplir salvo milagro. Los despachos de la entidad insular buscarán sacar tajada este verano por un portero que estuvo en la última prelista de Luis De la Fuente.
Sequía ofensiva
Las Palmas apenas ha marcado cinco goles en sus últimas ocho citas. Tira más a portería, pero la efectividad realizadora ha caído de manera notable: del 30% al 20%. Ya no optimiza los pocos goles que marca. Entre Munir (3), Marc Cardona (3), Sory Kaba (1), Sandro (1) y Cristian Herrera (1) apenas han marcado nueve goles.
Juego plano
De pronto, la hueste insular pasó a ejecutar un juego en ataque muy plano. Si antes (jornadas 1-24) daba 72 pases progresivos con un 68% de éxito, ahora ejecuta seis menos y se queda en el 67%. Se reduce su capacidad de romper líneas defensivas rivales, tan tranquilas última ellas ante el escaso peligro ofensivo que tienen delante.