Las finales del Villamarín
El Betis encara dos citas seguidas en casa ante Cádiz y Espanyol a sabiendas que el camino hacia la Champions no permite tropiezos. Pellegrini quiere un fortín en Heliópolis en este cierre liguero.
El Betis tiene sus focos en la Champions por mucha dificultad que se encuentre en su camino. Quiere pelear por ella hasta el último suspiro como ya hizo en la pasada campaña y para ello necesita encontrar su mejor rendimiento en este tramo final de Liga. Hay un objetivo inmediato que sirve como primer paso en la esperanza de alargar esa candidatura: convertir el Benito Villamarín en un fortín. Sus dos próximos duelos, ante Cádiz y Espanyol, se disputan en casa y Pellegrini pretende reinar en estas finales que preceden a otros nueve envites de altura.
El equipo verdiblanco encontró cierta estabilidad en sus duelos como local desde hace varias jornadas. Ganó a Mallorca y Valladolid además de firmar un empate a cero ante el Real Madrid que lo mantienen en esa pelea por la zona de privilegio, con la Real Sociedad por delante y el Villarreal al acecho. Los choques ante Cádiz y Espanyol suponen retos de peso para Pellegrini: su equipo recibió algunos contratiempos con la lesión de Fekir y la sanción a Canales, algo que dificulta que encuentre su mejor versión de juego. Pese a ello, el técnico confía en lograr la fórmula para sacar adelante estos partidos ante equipos que se juegan mucho en la zona baja de la tabla.
La afición, mientras, quiere ser un aliciente más en este final de campaña verdiblanco. El Villamarín está dejando entradas de alrededor de 50.000 personas en casi cada duelo, algo que traslada al equipo sobre el césped un incentivo a la hora de seguir siendo competitivo. Tras estos duelos mencionados, el Betis visitará a Osasuna antes de encarar otra final por las alturas ante la Real Sociedad. En ese choque directo pueden dirimirse los destinos de ambos en esta pelea por un lugar de Champions.