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Las empresas que compraron los asientos VIP siguen siendo un misterio

Laporta explicó la operación que permitió obtener la cautelar, pero se escudó en la confidencialidad y se mostró cómodo con los socios de Oriente Próximo: “Han cambiado mucho y es tierra de oportunidades”.

Joan Laporta, en la rueda de prensa.
Enric FontcubertaEFE

Existía el máximo interés en que el FC Barcelona explicara el contrato con las dos empresas de Oriente Próximo para la cesión de los asientos VIP que, a la postre, ha sido la palanca que ha permitido regresar a la norma 1.1 y poder obtener la cautelarísima para poder inscribir a Dani Olmo y Pau Víctor. No obstante, se sigue sin saber el nombre de esas empresas por un acuerdo de confidencialidad.

Laporta explicó que “los asientos VIP los seguirá cobrando el Barça por tener el derecho ganado y las empresas tendrán un margen. Ellos corren con el riesgo y el beneficio para negociar si lo quieren ceder a un tercero”.

“El dinero no se pudo acreditar hasta el día 3; la norma no marca cuándo se puede acreditar”

Joan Laporta

Añadió el presidente que “este producto hace año que funciona en USA pero lo hemos adaptado al Barcelona para lograr regresar al 1:1. Los inversores son uno de Qatar, de 75 millones que acreditamos a tiempo, y otro de Dubai, de 400, y de los que teníamos que acreditar el 40%. El 31 de diciembre las cámaras de compensación bancarias estaban cerradas y no se pudo acreditar hasta el día 3. La norma no marca cuándo se acredita el dinero, eso va a discreción de la Liga. La presentación la hicimos en tiempo y forma correctas”.

“Se ha creado un activo nuevo que nos da un ingreso adicional por lo ya vendido. Son estos 100 millones”

Manel del Río, director financiero del FC Barcelona

Manel del Rio, director financiero del FC Barcelona tomó la palabra para aclarar algunos puntos: “Como dice el presidente, el club ha adaptado este producto. No compromete ingresos futuros. Hay que especificarlo. El ingreso anual de estos asientos ya está cedido. Lo que hemos hecho es crear un intangible nuevo que es esta licencia que te permite explotar los asientos. En 30 años serían 660 millones que el club cobrará. Pero esta persona ha pagado 200.000 para poder explotarlo. Se ha creado un activo nuevo que nos da un ingreso adicional por lo ya vendido. Son estos 100 millones. Es una prueba comercial para ver qué nivel de capacidad tiene el nuevo estadio. Es un activo totalmente diferente. Hay que hacer pruebas para maximizar los ingresos”.

Laporta acabó explicando su cambio de postura respecto a tener socios de Oriente Próximo, una medida que fue muy criticada en el periodo de presidencia de Sandro Rosell cuando firmó con Qatar Foundation y que Laporta llegó a calificar de dinero sucio: “Oriente es un lugar de oportunidades como cuando antes se iba a hacer un máster a Estado Unidos o Londres, están cambiando las cosas ahí. Hay oportunidades y hay que diferenciar tema negocio y otros temas, el interés de Arabia por nuestro fútbol femenino está creciendo, por ejemplo, y quieren organizar la Supercopa. Hay cierta apertura que hace años no había. Es muy diferente y nos sentimos muy cómodos con estos inversionistas que creen en nosotros y no están ayudando”.

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