ATLÉTICO DE MADRID - VILLARREAL
Las dos caras de los banquillos
Simeone celebra su renovación ante un Villarreal que busca técnico. Tena ocupa el cargo a la espera de Marcelino. Vuelve De Paul.
“Y tú, y tú, y tú, y solamente tú...”. Esa era la canción que en las Navidades de 2011 sonaba en las radios en España. El Solamente tú de Pablo Alborán. Y el Someone like you de Adele. El precio medio de un litro de aceite era de 1,80 euros. El de la gasolina, 1,328. El Atleti caía eliminado en la Copa en primera ronda frente a un Segunda B, el Albacete, en un Calderón en el que un cántico asomaba como runrún cada vez más alto desde que una de sus leyendas había saltado a los banquillos: Diego Pablo Simeone. Ole, ole, ole. Como mantra, como deseo para espantar de una vez los tiempos oscuros.
Doce años después, ese Ole, ole, ole ya no es susurro sino grito de guerra que se clama alto dirigido al banquillo. Simeone lo ocupa. Empezó a hacerlo aquella Navidad en la que los títulos de las canciones que más sonaban en las radios parecían premonitorios. Solamente tú. Alguien como tú. El jueves, el club hizo oficial que la relación que comenzó aquel 2011 se alargará tres años más, hasta 2027. Simeone cumplirá 15 años consecutivos al frente. Ferguson vivió 27 en el del United. Wenger, 22 en el Arsenal. Miguel Muñoz estuvo 14 en el del Madrid, el récord en la Liga española. Ese que el Cholo superará si cumple lo último firmado. “Asegura resultados”, esgrimía Miguel Ángel Gil, consejero delegado en TVE unos días antes de hacerse oficial la renovación. Ocho títulos, entre ellos dos Ligas. Ser esa piedra en el zapato de los grandes.
Hoy, en el primer partido post renovación, se encontrará a un Villarreal que acaba de destituir a Pacheta, su segundo entrenador de la temporada y que dirigirá Tena a la espera de Marcelino (sigue el partido en directo en AS.com). Un Villarreal que es el rival frente al que más veces ha perdido (seis) después de Barça (18) y Madrid (15). Un Villarreal que fue al primero que ganó al llegar (3-0 en el Calderón, tras el 0-0 frente al Málaga de su primer partido, en La Rosaleda). Un Villarreal que la temporada pasada, con su victoria 0-2, sembró las dudas más densas a las que el Cholo, en todos sus años de Atleti, se enfrentó. Porque marcaba un inicio torcido que solo se enderezó tras el Mundial. Un inicio en el que el Atleti quedó eliminado de Europa, aquel partido en el que Emery, entonces técnico del Villarreal, llenó el ojo en los despachos del Cívitas Metropolitano.
De la seda a las turbulencias
Un Atleti que hoy es todo seda. El equipo gana y convence y cuando no (Mestalla, Las Palmas) se sobrepone para hacer de las derrotas accidentes y no rutina. Busca su victoria 17º en Liga en casa y la 15º en Liga, que sería récord. Morata y Grizi suman juntos 23 goles, 14 en Liga, Riquelme brilla y va con la Selección y vuelve De Paul. La duda del Cholo está en el interior zurdo. Lino o Saúl. Enfrente, el Villarreal, es la otra cara del banquillo. Un Villarreal que busca una victoria que tranquilice las turbulencias en su banco. Mejor a domicilio (solo una derrota) que en casa (cinco), se agarra a los goles de Gerard y Sorloth (juntos 13 en Liga) pero muy débil atrás. Es uno de los equipos a los que más rematan y marcan (21). Invitado a esa fiesta del Cholo en la que desde hace años suena alto el Thunderstruck.
