Las dos caras de la cantera del Barcelona
El éxito del Juvenil A, que ha ganado la Copa del Rey con solvencia, contrasta con el desastre del filial, que ya empieza a oler el descenso
No todo son buenas noticias en La Masia del Barcelona, que al mismo tiempo que celebra la masiva presencia de jóvenes formados en casa en el primer equipo y la consecución de la Copa del Rey Juvenil apabullando al Zaragoza en la final (5-0), sufre al ver como el Barça Atlètic se asoma sin frenos a un descenso al infierno de la Segunda categoría del fútbol no profesional.
El relevo de Albert Sánchez por Sergi Milà en el banquillo del filial no ha dado los frutos esperados en cuanto a resultados se refiere. Un punto de nueve posibles para dejarlo como último clasificado. Debutó perdiendo en el campo del Nàstic de Tarragona, cayó de nuevo ante Osasuna Promesas y no pasó del empate ante el Tarazona.
En la Ciudad Deportiva no esconden la preocupación por la situación del Barça Atlètic pero no quieren rendirse. En un intento de ver el vaso medio lleno, resaltan que el juego del equipo ha mejorado y que lo que les está perjudicando mucho es la falta de efectividad de cara a portería y una fragilidad defensiva preocupante. Ahora bien, el equipo ahora está jugando muy presionado porque todos los partidos son finales. La primera, ante el Athletic Club B en las instalaciones de Lezama.
La decepción del filial queda, en parte, compensada por la enorme alegría que se vivió el pasado domingo con el Juvenil A entrenado por Juliano Belletti. Después de mucho tiempo, ganó la Copa del Rey en una final sin historia contra el Zaragoza (5-0). Sin euforias, pero hay en el club y la plantilla mucha ilusión en lograr los otros títulos que está disputando. Lideran con siete puntos de ventaja el Grupo 3 la División de Honor y están en los cuartos de final de la UEFA Youth League. El día 2 de abril deben enfrentarse al Stuttgart.
La humillación en la semifinal de la Copa de Cataluña
El fútbol base del Barcelona también recibió un buen ‘palo’ en la semifinal de la Copa de Cataluña que disputó ante el RCD Espanyol. Los azulgrana encajaron una manita contra su rival ciudadano, que se presentó al partido con jugadores del filial en su totalidad mientras que el Barcelona llevó una mezcla de futbolistas del Barça Atlètic, el Juvenil A y el Juvenil B.
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