Las añoranzas compartidas de Manuel Pellegrini y Bordalás
Betis y Getafe reconstruyen sus presentes sin Isco ni Greenwood en otro capítulo de la eterna batalla de estilos entre sus entrenadores.
Echar de menos. Casi siempre ocurre a inicios de temporada y para Betis y Getafe el sentimiento se disparó en la presente. Seguramente Pellegrini y Bordalás quisieron más este verano, por mucho que pedir no siempre se vea correspondido. Lo que sí tienen entre sus manos es un sello, un estilo, una filosofía de juego que quizás sea incomprendida por su oponente. El técnico verdiblanco se quejó hace un año tras el duelo: “Hubo seis o siete manotazos en la cara”. La respuesta del azulón fue rápida: “Es un discurso que ya no me afecta, papá”. Siempre existió ese amago de batalla personal entre dos técnicos que tratan de no traspasar la línea roja de respeto. Desde los últimos choques entre Betis y Getafe hasta esa final de Copa del Rey de 2022 en La Cartuja. Ellos creen en un fútbol distinto. Y quizás sea la esencia del mismo .(sigue el partido de hoy en directo en As.com)
En la cita de la primera vuelta del pasado curso Isco y Greenwood se dieron la mano en unas tablas intensas. Hoy los técnicos añoran a dos figuras que resultaron diferenciales para cazar objetivos. El primero no estará hasta 2025. El segundo ya luce su vértigo en Marsella. Pellegrini trata de suplir ese rol con el recién llegado Giovani Lo Celso. Bordalás, con menos recursos, se entrega a la fe de Carles Pérez y al factor sorpresa de Christantus Uche. La vida no es la misma para nadie. Pero tanto el Betis como el Getafe se reinventan a velocidad de vértigo porque nadie espera a nadie en esta Liga. También hay luces venideras: Bakambu y Borja Mayoral, llamados a ser importantes en ambos equipos, están de vuelta tras sus largas lesiones.
En Heliópolis soplan vientos de esperanza tras la victoria ante el Leganés. Pese a los golpes de perder a Isco, a Rodri y a William Carvalho, el equipo se reconstruye en torno a un Pellegrini que celebra esos minutos en los que Lo Celso se disfrazó de Isco y Vitor Roque evidenció que es un nueve. Hoy no los dosificará tanto, aunque se antoja probable que Lo Celso espere de nuevo su turno en el banquillo. Sí tirará de nuevo de Altimira, el chico del que Bordalás se enamoró hace dos veranos y que solo le duró un mes. Ahora, deja atrás la formación y se posiciona como el mejor relevo del lesionado William. Junto a todos ellos baila Abde, ese extremo capaz desbordar y sonreír a la vez. Tal vez ahora es feliz.
Bordalás está a una victoria de las cien con el Getafe. Pero se le resiste más que ninguna. Su equipo no gana en Liga desde abril y la preocupación va de la mano de un mercado que no respondió a todas sus expectativas. Pero siempre hay un plan en manos del alicantino. Tiene a Bertug Yildirim para que el polivalente Uche no deba multiplicarse por tres. Entre Arambarri y Milla andan sus opciones de que el balón no sea sólo verdiblanco mientras la esperanza ya mira de reojo al regreso de Borja Mayoral, ese hombre gol que vuelve a la convocatoria y que sueña con ser pronto el nueve intocable de Bordalás. También regresa Alderete, que ya sabe lo que es dañar al conjunto verdiblanco. La carta de un partido aplazado siempre llega en forma de sorpresa. La quiere dar el Getate. La quiere esquivar el Betis.
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