Laporta y el juego del calamar
El dilema de la inscripción a Dani Olmo puede afectar de manera definitiva el último año de mandato de Laporta. La oposición afila sus armas por si el presidente no logra esta vez el milagro.
Joan Laporta, presidente del Barcelona mantiene la confianza de los socios. Así lo demuestra la última encuesta de Mundo Deportivo y Catalunya Ràdio sobre su gestión y el resultado de las dos últimas asambleas, en la que se impuso sin problemas a pesar de las irregularidades contables retratadas por el auditor. La confianza de que Laporta puede con todo y que a última hora es capaz de volver a la carretera cuando todo apunta a que se ha salido del trazado de la curva es inherente al personaje. Pero con el caso de Dani Olmo, al que le quedan tres días para ser inscrito definitivamente en LaLiga, empieza a preocupar. Y más en un año prelectoral. Hasta ahora, Laporta ha sido como el ganador del juego del calamar. Ha superado todas las pruebas, pero la oposición afila garras a la espera de que la improvisación, los juegos malabares y la patada hacia adelante no sean suficientes.
El caso de Dani Olmo supone la quinta ocasión en cuatro años en la que el Barcelona debe de esperar un milagro de última hora para inscribir a un jugador. Esto ya no puede achacarse a la herencia recibida.
Pasó con Memphis Depay en su primer año, cuando sólo pudo ser inscrito tras el movimiento de Piqué al bajarse el sueldo; pasó el año siguiente con Koundé (inscrito por las palancas) y con Gavi (inscrito mediante sentencia cautelar) y pasó hace un curso con Joao Félix y Cancelo, cuando se tuvo que tirar de nuevo con palancas. Olmo, además, se perdió esta temporada los dos primeros partidos al no estar inscrito, pero la lesión de Christensen le dio la opción de tener licencia hasta el 31 de diciembre. A día de hoy, se espera un nuevo milagro por parte del más avezado de los conductores suicidas. Hasta ahora, le ha ido bien.
Este no es un año cualquiera para el mandato del presidente del Barcelona, que llegó a su segunda presidencia el 7 de marzo de 2021. Las elecciones deberían celebrarse en 2026 y el año que ahora empieza es el de su último mandato efectivo. Y en el que sus opositores van a empezar a postularse..
Víctor Font, que quedó segundo en los últimos comicios, lleva tiempo compareciendo ante los medios. Camprubí Montal ya ha presentado su proyecto y Jordi Termes, uno de los creadores de la plataforma Bizum también ha salido en medios de comunicación preguntándose “de qué vive Laporta”. En pocos meses Xavi Vilajoana, que fue precandidato en las últimas elecciones, también manifestará su intención de presentarse. Por separado estas candidaturas poco pueden hacer ante el carisma de Laporta, pero si se unen, el presidente se verá ante la prueba más dura del juego del calamar que hasta hoy ha superado.
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