Laporta-Xavi: las cartas sobre la mesa

Como estaba cantado desde que Xavi anunció el pasado 27 de enero que se marcharía el 30 de junio del Barça pese a que tiene contrato hasta junio de 2025, todavía podría haber un giro inesperado de guion con el futuro del técnico, que tomó esa decisión de manera precipitada y temeroso de ser destituido después de perder 3-5 contra el Villarreal, la puntilla después de haber sido eliminado contra el Athletic en Copa (4-2); y ser golpeado por el Madrid (4-1) en la final de la Supercopa de España en Riad.

“No es el momento”, dijo este domingo por la noche en la sala de prensa del Santiago Bernabéu cuando se le preguntó si tenía la sensación de que, perdidas las opciones de Liga, había llegado el momento del adiós. El discurso del técnico azulgrana ha sido muy contradictorio en los últimos meses. En dos de sus últimos cuatro comparecencias de prensa ha dejado caer de manera contundente que no seguiría bajo ningún concepto. Y, sin embargo, desde su entorno empiezan a llegar inputs que aseguran que la eliminación de la Champions le generó tal sensación de impotencia que, enrabietado, podría haber cambiado de opinión al punto de pedirle a Joan Laporta revocar su decisión y seguir al frente del Barça la próxima temporada.

La decisión se tomará de manera inminente porque el primer equipo ya ha tirado los cuatro títulos que tenía en juego (segundo año en blanco en los tres de segundo mandato de Laporta en el club azulgrana) y no puede demorar más la clasificación. A pesar de la famosa comisión deportiva que forman, además del presidente, Deco, Bojan, Enric Masip, Rafael Yuste y Joan Soler, la decisión definitiva sobre el futuro de Xavi la tomará Joan Laporta. A favor de Xavi juega que Laporta no puede acceder a ninguno de los técnicos con los que ha soñado en algún momento estos años. A Guardiola lo tocó en 2021 sin éxito. Luis Enrique, Arteta o Klopp son inalcanzables. El plan B es Rafa Márquez, inexperto pero que está cuajando una buena temporada con el filial.

Es el momento perfecto para saber cuánta sinceridad ha habido todos estos meses en los protagonistas. Por una parte, Xavi ha insistido en que la decisión no tenía marcha atrás. Por otra, Joan Laporta y el director deportivo, Deco, han abierto las puertas al entrenador azulgrana para que diese marcha atrás. ¿Y si ahora se descubriese que, después de todo este tiempo, el técnico quería seguir y son los dirigentes los que no tienen tan claro que continúe? Es un escenario posible.

La foto general muestra un Barça que ha retrocedido respecto a la temporada pasada, en la que ganó dos títulos. En esta se irá en blanco y con un entrenador que ha fracasado en el gran desafío que se puso: mejorar en el cómo, jugar un fútbol mejor. A cambio, y en defensa del entrenador, puede decirse que a Xavi tampoco se le han dado las mismas herramientas que en la temporada 2022-23, cuando el club incorporó futbolistas de alto nivel como Koundé, Raphinha o Lewandowski. El club apenas se gastó 3,5 millones de euros este verano por Oriol Romeu y trajo cedidos a los Joãos. Este invierno, incorporó a Vitor Roque, que continúa siendo una incógnita de 30 millones de euros más 31 en variables. Mientras, el Madrid, por ejemplo, firmó a Bellingham...

En los próximos días habrá solución a esta situación rocambolesca, casi de sainete, que se veía venir en la que se han contado muchas medias verdades pero de la que, objetivamente, sólo hay una certeza a estas horas. Que Xavi se marcha el 30 de junio. Si hay marcha atrás, todas las partes tendrán que explicarlo muy bien para no quedar retratadas. O puede que, simplemente, sea una cuestión de conveniencia. Si Xavi quiere seguir y Laporta sabe que tiene un escudo, veremos si el presidente es capaz de coger otra dirección. Días interesantes en Barcelona.

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