“Xavi sabe que hay opciones inviables y nos equivocaríamos”

Del sempiterno Messi, la situación económica del club, el traslado a Montjuïc, del equipo femenino e incluso de sus problemas de sobrepeso habla Joan Laporta en la amplia entrevista que este lunes le dedica La Vanguardia a tres páginas. Pero el presidente del Barcelona también se detiene en la actualidad más inmediata. En las demandas de fichajes por parte de Xavi Hernández. En el porvenir del entrenador. Y en la inagotable comparación entre el actual entrenador azulgrana y Pep Guardiola.

Difícilmente se puede mostrar más contundente Laporta que en su respuesta sobre la conveniencia de firmar a un pivote de primer nivel, como le ha solicitado Xavi. “Él entiende la situación del club. Le gustaría reforzar el centro del campo, pero sabe que algunas opciones son inviables y nos equivocaríamos. Cortaríamos la progresión de la cantera. Tenemos a Marc Casadó, Pau Prim, Gerard Hernández o Marc Bernal. Primero hay que mirar en casa”, zanja el mandatario, quien cree que con la renovación del técnico “no habrá problema”, y abunda: “A veces ha dado la sensación de que elogiar a Xavi fuera renunciar a todo lo que nos dio Pep, y no es así. Elogiar a Xavi no significa minusvalorar la herencia de Pep”.

Del frustrado intento de recuperar a Messi tras su paso por el Paris Saint Germain, asegura Laporta: “Teníamos pactado con LaLiga que para Messi dedicaríamos una parte de los recursos que tenemos. Dentro del plan de viabilidad estaba contemplado. Se lo comunicamos a Jorge Messi. Me dijo que Leo había pasado un año muy difícil en París y que quería menos presión. Con nuestra opción, él hubiera seguido teniendo presión y entendí su decisión”. Añade el presidente que “lo que se le debe es lo del diferimiento de la masa salarial que se pactó con la anterior junta y que produce pagos pendientes que terminan en el 2025. Se le paga religiosamente”.

A Ansu Fati le recomienda “que continúe”, y explica que “hay ofertas por Christensen, por Pedri, por Gavi, por Araújo, por Ter Stegen, por Ansu, por Raphinha, por Balde. Pero no somos un club vendedor”. Y se congratula de que la UEFA haya permitido al Barcelona participar en la próxima edición de la Liga de Campeones. “Estaba convencido de que así sería y estoy feliz. Confiaba en mi olfato y tenía información. Lo contrario no tenía sentido, era condenar a un club antes de juzgarlo”, afirma. Y de la Superliga europea apostilla que “estamos ahí, resistiendo como los últimos de Filipinas”.

Crítico con el dispendio en sueldos en la sección de baloncesto para razonas las salidas de Sarunas Jasikevicius y Nikola Mirotic, insiste Laporta en que el club no se convertirá en una Sociedad Anónima Deportiva “mientras yo sea presidente”, y se defiende de las críticas del expresidenciable Víctor Font, quien le acusó de llevar la gestión peor que su antecesor, Josep Maria Bartomeu: “Él sabrá por qué lo dice, pero los que estamos dirigiendo el club sabemos que está mucho mejor que hace dos años pese a los obstáculo. El club cogerá velocidad de crucero el año que viene”, sentencia.

En busca de patrocinios como los de Qatar, que otrora desdeñaba y que ahora justifica alegando que “en estos países hay unos movimientos de apertura en cuanto a la igualdad de derechos de género”, también excusa el presidente del Barcelona el cierre de Barça TV: “Da unas pérdidas de 12 millones cada año que no tenemos por qué soportar; no tiene ningún sentido ni económico ni informativo”.

Y del paso por el exilio del Estadi Olímpic, donde no ve factible que el Barça femenino pueda disputar la Champions (“por eso nos planteamos que jueguen de forma itinerante en algunos estadios de Catalunya”, desvela), da por sentado Laporta que el fútbol regresará al Camp Nou en noviembre de 2024: “Si no sucede, habrá unas consecuencias económicas para Limak. La más fuerte es la de un millón de euros por día de retraso. Pero no pasará”. Asimismo, asegura que el nuevo Palau Blaugrana está incluido en el plan de financiación.

Finalmente, le preguntan al máximo mandatario del Barcelona por su actual sobrepeso, asunto con el que se explaya. “Llevamos una vida muy intensa y es cierto que amigos míos a veces quizás se alarman, se preocupan. ‘Un día petarás’, me dicen. Pero tranquilos que todavía tengo cuerda para rato”, avisa. Y apostilla: “Es sencillo. Es la dieta de desayunar como un rey y cenar como un mendigo. Empecé el día de mi santo, Sant Joan, un día muy señalado”. “Todavía es pronto, pero espero que antes de la gira se aprecien (los resultados)”, remata Laporta.