Lamine Yamal: “Nunca dudé entre España y Marruecos”
El jugador del Barcelona concedió una extensa entrevista a ‘60 Minutes’, programa de CBS repasando su carrera y su futuro inmediato.


Lamine Yamal se sincera en Estados Unidos. El extremo del Barcelona y la Selección concedió una extensa entrevista en ‘60 Minutes’ para CBS. El joven de Rocafonda contestó preguntas sobre su vida actual, el inicio de su carrera, la actualidad y uno de sus mayores sueños: el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá. Estas fueron sus declaraciones.
¿Cómo van las clases de conducir?
Es difícil porque llevo mucho tiempo sin estudiar desde que dejé la ESO. Tengo que empezar con el teórico y bueno, poco a poco. No tengo prisa, pero sí quiero sentir esa libertad de conducir yo solo.
¿Qué coche conducirás?
Espero que sea el que mis amigos quieran y lo puedan disfrutar. No será un Lamborghini, pero con un Audi, un Mercedes o un Cupra me conformo.
¿Cuándo juegas te lo pasas tan bien como parece desde fuera?
Sin duda. Cuando juego es mi mejor momento del día. Cuando puedo jugar, disfrutar con mis compañeros. Se nota cuando estoy feliz en el campo y se nota en mi juego.
¿Cómo te describirías como jugador?
Bueno... Creo que divertido. Divertido es la palabra. Juego para que la gente se divierta y dar espectáculo en el fútbol.
¿Eres un atleta que divierte o un ‘showman’ que es bueno como atleta?
Un atleta que entretiene y que su objetivo no es batir todos los récords, marcar un millón de goles y hacer un millón de regates. Quiero disfrutar y que los niños quieran ser como yo.
¿Cuál dirías que es tu superpoder en el fútbol?
Creo que me gustaría poder cambiar el día a la gente. Si alguien esta triste y va al partido, me vea jugar y se sienta mejor cuando vuelva a casa.
No es sobre marcar goles o asistir... ¿Va sobre cambiar estados de ánimo?
Nunca he sido una persona que cuando va a salir al campo piense en ‘tengo que meter cuatro goles y dar tres asistencias’. En cambio pienso ‘hoy quiero disfrutar, quiero hacer lo que aprendí ayer, quiero hacer lo que hacía en el parque antes, que la gente se divierta, yo divertirme con mis compañeros y si puedo marcar muchos goles, mejor’. Pero el fútbol va más allá de eso.
Cuando tienes tres defensores encima, ¿cómo tomas las decisiones?
La verdad que intento tener confianza. Aunque vea tres rivales, nunca voy a pensar en que me la va a quitar. Aunque muchas veces vaya a pasar y me la quiten siempre intento encarar. Mi juego es así. Sería otro jugador si cada vez que veo dos o tres rivales delante la pasara. Pienso en resolver lo mejor posible y, dentro de ese espectáculo, hacer lo mejor para el equipo.
Suena a instinto...
Sí, es más de instinto y de confianza.
¿Cuál ha sido tu relación con el balón?
Desde que era pequeño, creo que todos los niños que nacen en un barrio o en una ciudad que no es muy grande o de muchos recursos, el fútbol es todo. Pone a todo el mundo por igual. Vengas de una familia con muchos recursos o pocos recursos, dentro del campo sois lo mismo y os podéis relacionar, crear amistades. Hay muchos sentimientos que solo dependen de tener una pelota y una portería. Es un sentimiento de amor. Es el primer amor de mi vida y siempre lo será. Mis amigos, mi padre, mi madre, yo estamos enamorados del fútbol. Es todo en mi vida. Siempre estará conmigo.
¿Cuál es tu gol favorito hasta el momento?
Tengo tres. Bueno, cuatro. Pero si me tengo que quedar con uno, por importancia y bonito, el gol que le marqué a Francia en la Eurocopa. También me gustó mucho el del miércoles ante el Brujas.
¿Te arrepientes cuando dejas a jugadores del otro equipo mordiendo el polvo?
En la última pretemporada, estábamos jugando contra un rival de Corea del Sur. Es verdad que en esos partidos intento ir al 100% y el rival pues no es del mismo nivel que nuestro equipo y, a veces, me pide que frene un poco. No es pena, porque estamos jugando al fútbol, pero intento bajar un poco el ritmo, tocar más el balón. Al final, es una persona. Está jugando contra mí y saldrá en todos lados. A veces, sí bajo el ritmo. Pero si fuera un partido de Champions, nunca lo haría.
Eres un adolescente. A veces, tus rivales en el lateral tienen 10-15 años más que tú y niños en casa y tú les regateas...
Al final pienso que tienen amigos, claro. Si yo fuera lateral, no me gustaría que un jugador que es mucho mejor que yo se vaya todo el rato de mí. Le diría que frene un poco que luego mis amigos me harán memes.
Debutas con 15 años... ¿Estabas nervioso?
La verdad que al entrar al campo no, pero al calentar y ver el Camp Nou, que ya entraba, que era mi momento, que lo había soñado y que estaba ocurriendo. Si que sientes nervios, pero son buenos. Esa sensación de que quema todo en tu barriga y el tiempo pasa muy rápido. Es una mezcla de adrenalina, nervios e ilusión.
¿Cuándo fue la última vez que sentiste miedo?
Cuando volví de vacaciones y tenía que volver a casa de mi madre.
¿Qué es más difícil: jugar en el Barça o ser el niño pequeño jugando con los grandes en tu barrio?
Sin duda, cuando estaba en Rocafonda. Al final era un barrio en el que nadie sabía que iba a ser de su vida. Si iba a ser futbolista, arquitecto, pintor, si iba a encontrar trabajo. Jugábamos por diversión y todos queríamos ser futbolistas. Nadie tenía pensado llegar. Es una situación más difícil. Ves a tus padres trabajando, que no siempre pueden estar contigo y sientes nervios. Incertidumbre de que va a pasar contigo.
Volviendo atrás, ¿qué hiciste en vacaciones que te ponía nervioso ir a ver a tu madre?
Estar mucho tiempo fuera de casa. Eso es suficiente para que mi madre me diga cualquier cosa.
¿Qué recuerdas de coger el tren con tu padre para ir a jugar con el Barcelona?
Me levantaba muy pronto porque íbamos en tren. Desayunaba, cargaba el patinete eléctrico y bajaba en patinete de mi casa a la estación porque eran 20 minutos. Me llevaba una manta encima. De Mataró a Hospitalet tenía una hora y me dormía. De Hospitalet a Sant Feliu, empezaba a calentar porque el partido empezaba en una hora. Entonces, eran aventuras con mi padre. Lo peor era la vuelta. Tenía un camino largo y tenía mucha hambre.
El 304, ¿qué representa?
Bueno es el símbolo de nuestro barrio. Del código postal. En Barcelona todos empiezan con 08 y el nuestro es 08304. Una vez recuerdo que me sancionaron con la selección y no podía jugar ni con la selección ni con el Barça. Quería una celebración para reivindicarme y mi mejor amigo Sohaib me dijo “haz esta” y fue bien. Ahí ya se quedó.
¿Crees que la gente de Rocafonda vive olvidada?
Creo que como todos los barrios que no tienen recursos. No somos Sarriá, no somos Paseo de Gracia. Somos los que somos y con eso nos basta. Esos barrios son los más recordados porque salen, no solo jugadores de fútbol, gente importante. Somos los que más luchamos por tener una buena vida y somos los que luego lo disfrutamos juntos. Puede ser olvidada por parte de otro tipo de gente, pero nunca por los que somos de allí. Sabemos de donde venimos, de donde somos y estamos orgullosos de ello.
¿Te ves como la cara de una nueva España?
Es relativo. Al final, eso no lo decide uno mismo. Cuando eres niño, se decide quien es la estrella de una selección. No lo decide el jugador. Creo que al final es que la gente quiera ilusionarse con ello. Yo estoy muy contento con la ilusión que genero a los españoles, a los culés. Soy una de las opciones. Sé que cuando voy a un campo, mucha gente viene a verme. No es algo que me meta en la cabeza. Es algo que se dará si la gente se ilusiona conmigo. Estoy abierto a eso, pero será si la gente lo decide.
¿Cómo de cerca estuviste de jugar con Marruecos en vez de con España?
La verdad que fue algo raro. Sí estaba en mi cabeza el ‘puedo jugar con Marruecos’. Justo Marruecos acababa de llegar a las semifinales del Mundial, pero en el momento de la verdad, nunca dudé. Con todo mi cariño y respeto para Marruecos, yo siempre he querido jugar una Eurocopa, jugar aquí en Europa. El fútbol europeo se ve más y está más cerca del internacional. Estando en el Barça yo quería ganar una Eurocopa que, gracias a Dios, ya lo he conseguido y ahora jugar un Mundial con posibilidades de ganarlo. Siempre le tendré cariño a Marruecos. También es mi país. La verdad que no hubiera sido nada raro ni malo jugar con ellos, pero España jugaba la Eurocopa. Yo me he criado en España y también siento que es mi país.
Hablemos de tu regate. ¿Cómo practicas estos driblings?
Lo raro de todo esto es que yo de pequeño nunca he regateado mucho. Nunca has visto que me fuera de muchos rivales. Marcaba muchos goles, corría mucho y tenía buena visión de juego. Desde pequeño, fijándome en Messi, daba pases diferentes. Yo he visto jugadores con muy buen pase, que daban pases lejanos, pero Messi daba pases de gol. Los pases con el exterior se los he visto mucho a Modric. Son cosas que veía más interesantes que un regate a lo mejor. Era más de cabeza.
16 años, juegas en la Eurocopa y te duermes en el autobús... ¿Cómo se explica?
Creo que en ningún momento pensé “tienes 16 años y estás jugando la Eurocopa”. Lo tomamos como algo natural. Íbamos al autobús, veía redes sociales, me ponía mi música y me quedaba dormido, porque estaba cansado. Llegaba al campo, jugaba, disfrutaba y volvía al hotel. Nunca pensé que estaba jugando la Eurocopa. Pensé que era un torneo que iba a disfrutar porque era mi sueño. Pensaba en disfrutarlo, nada más.
¿No crees en la presión?
La presión es algo mental. Es algo que tiene cada uno dentro. No la he sentido nunca y no sé si llegaré a sentirla. No tengo esa sensación dentro. Nunca lo he tenido. Yo siento que mis padres si han tenido presión. Eran jóvenes, me tenían a mí. Tienes que sacar adelante la familia, el trabajo, hacer que tu hijo esté feliz, comprarles sus regalos. Eso si que es presión y de la mala. Yo no puedo sentir presión por jugar a fútbol. Intento disfrutar y pensar que mis amigos lo han pasado peor que yo y yo estoy jugando al fútbol.
¿Qué expectativas tienes para tu primer Mundial?
Muy buenas. Hacía tiempo que España no llegaba como candidata a poder ganar el Mundial. Veo que el país está ilusionado. Yo lo estoy también. No podía llegar en un mejor momento. Me siento importante, me siento bien. Muchas ganas de que llegue.
Está Ali, Jordan… Atletas mucho más mayores que tú que garantizaban la victoria. Te pregunto, ¿va a ganar España el Mundial?
¿In english? Yes... (Sic) (Ndr: Lamine dice “¿En inglés? Sí” siendo la única pregunta que contesta en inglés en toda la entrevista)
¿Llegarás con brackets al Mundial?
Tendré que llamar a mi dentista y preguntarle. Creo que me quedan bien. Me los dejo entonces.
Dada la manera en la que has jugado hasta ahora, las expectativas están desatadas.
La presión es la de cada uno. Como las expectativas. Hay gente que tiene expectativas y yo no tengo ninguna. Las expectativas son malas. Cuando las cumples te quedas sin objetivos y cuando no las cumples te puedes venir abajo. Yo tengo la confianza en mí mismo de que puedo conseguir lo que yo quiera.
¿Tu mentalidad te ayuda a sobrevivir?
En la vida hay muchas situaciones que no te esperas estar. Mi personalidad me ha ayudado a sobrevivir. Cuando peor estás, pienso en lo bueno. Eso me ayuda a no venirme abajo casi ninguna vez. En el fútbol es lo más importante. Ningún día me he ido a la cama hundido o triste. Siempre pienso que mañana lo haré mejor y el fin de semana jugaré bien. Me ha ayudado a sobrevivir en este mundo tan difícil.
Los atletas de éxito tienen gente alrededor que les pueden decir no que les apelan al sentido común. ¿Quién es esa persona para ti?
La verdad que todas las personas de mi círculo me dicen ‘no’. Si me dicen que quiero salir: no, que quiero ir a comer, no. La pregunta sería: ¿a quién le hago caso? A mi madre.
Tu madre es la reina...
Sin duda.
Hay cosas que no cambian marques los goles que marques...
Le dan igual los goles. Manda ella y yo estoy encantado con eso.
¿Puedes ser a veces un chaval normal de tu edad?
Es difícil. Aunque lo quieras ser, nunca lo vas a ser. Un chaval de 18 años sale del cole y se va a casa. Yo salgo de entrenar y tengo a cuatro paparazzi en mi casa preguntándome sobre mi vida. Enciendo la tele y salgo en la tele. Voy por la calle y veo a un niño con mi camiseta. Quiero ir a tomar algo y no puedo porque la gente me va parando como es normal. Intento buscar las cosas sencillas como jugar a la Play, ir a comer con mi madre, estar con mi hermano, pero sinceramente, nunca podré ser una chaval de 18 años normal porque ni la gente me ve normal ni yo podría actuar de esa manera.
No hemos hablado aún de Messi...
Me sorprende. Había puntos en lo que podías enlazarlo y no lo has hecho. Estaba esperando la pregunta. Es la entrevista en la que más tarde ha salido el tema.
¿Has oído la expresión “el juego respeta al juego”?
Creo que le respeto al final por lo que es para el fútbol. Si nos encontramos, habrá ese respeto mutuo. Para mí, es el mejor de la historia. Él sabe que soy buen jugador y que le respeto. Es mutuo y los dos sabemos que yo no quiero ser Messi. Yo quiero seguir mi camino. No quiero jugar como él ni de llevar el 10 por Messi ni nada de eso.
Viéndote jugar se aprecia que cuando el partido está tenso, puedes hacer que suceda algo, hacer magia. ¿Dónde aprendiste eso?
En mi barrio, donde jugaba, estaba el campo y unos muros, unas paredes donde la gente se sentaba ahí. No había sensación mejor que hacer que la gente que estuviera sentada se levantara, se riera del otro adversario. Algo que me hace recordarlo mucho es cuando juego en el campo y la afición se levanta sorprendida por la jugada que hecho.
Se nota que no te importa ser una estrella...
No, la verdad que no. Incluso me gusta.
Además de ser un extraordinario jugador de fútbol, enciendes la pasión de los aficionados de nuevo. ¿Eres consciente del impacto que tienes?
En mi equipo de trabajo tengo una persona que es Bernardo y me dice cada vez que juego que le vuelve a gustar el fútbol. Me lo recuerda. Mucha gente me dice que vuelve a ver el fútbol por mí. Mi madre ve todos los partidos y antes veía alguno de vez en cuando. Muchas mujeres me dicen por la calle que ven los partidos, abuelas, abuelos... Había un momento en que los niños no se ponían bambas de fútbol para ir al cole que era algo mítico que todos hacían o camisetas de fútbol. Ha vuelto a ponerse de moda. O los turistas que se pongan la camiseta del 10 del Barça. Está volviendo y me hace darme cuenta de las cosas.
Hay gente que dice que tu vida va demasiado rápido y que debes frenar. ¿Qué les contestarías?
Les diría que por ejemplo si tu tienes un puesto de trabajo y te dicen que quieres ser jefe, ¿qué les dirías? ¿Si o no que voy muy rápido? Pues ahí está mi respuesta.
¿Cómo quieres ser percibido por los niños?
Creo que en el fútbol hay muy poca gente sincera. Quiero me vean como alguien sincero que dice lo que piensa y no lo que se quiere oír. Una persona que se preocupa por los suyos, que es importante. Una persona que quiere disfrutar, que al final, si tienes esta vida intenta disfrutarla al máximo. No pienso en lo que me digan los demás. Valorar lo que tengo y que la gente me vea de cara. No que hablando contigo sea una persona y luego, hablando personalmente te des cuenta de como soy.
¿Qué es lo que te hace más feliz?
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Jugar al fútbol, sin duda. Es lo que me hace olvidar todo.
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