LaLiga y el Parlamento Europeo unen fuerzas contra el racismo en el deporte

Alberto Edjogo abrió el acto La Fuerza de Todos contra el Odio de la LaLiga, celebrado en la Oficina del Parlamento Europeo en España, dando paso a un debate centrado en la lucha contra el racismo en el deporte, con Javier Tebas como eje principal. El presidente de LaLiga lanzó un mensaje directo: “El deporte no crea el odio, pero sí lo amplifica. Y también puede frenarlo, si se actúa”. Además, Tebas defendió la implicación conjunta de instituciones públicas y deportivas para combatir un problema que, aseguró, “no es de otros, es de todos”.

Tebas respaldó su discurso con datos. Esta temporada se han registrado tres incidentes graves de racismo en los estadios, frente a los nueve del curso anterior, aunque alertó del crecimiento de los cánticos racistas y homófobos, con 236 denuncias la pasada campaña, la cifra más alta desde que existen registros. “Prefiero esa incomodidad a esconderlo bajo la alfombra. Lo que no se mide no existe”, afirmó.

El dirigente citó el caso Vinicius como ejemplo de que el odio puede acabar en condena judicial, pero insistió en que la sanción no es suficiente: “El odio empieza antes del estadio y continúa en el móvil”, defendiendo un modelo basado en la prevención, la actuación local y la protección de las víctimas.

El acto se completó con intervenciones institucionales. Pilar Cancela subrayó el compromiso europeo con la protección de las minorías; Berni Álvarez defendió el deporte como herramienta de inclusión desde la base; y Daniel Calleja, director de la Representación de la Comisión Europea en España, afirmó que “contra el odio no hay neutralidad”.

Alberto Edjogo, analista y comentarista en DAZN y Movistar+, en esta ocasión moderador del debate, reforzó los planes de acción y defendió el deporte como el espacio más democrático que existe por su diversidad, antes de la intervención de José Cepeda, eurodiputado socialista, que expresó su preocupación por el impacto de las redes sociales, la transparencia de los algoritmos y la salud mental de los jóvenes.

Adi Iglesias y Moyá alzan la voz contra el racismo y la discriminación en el deporte

Para cerrar el acto, Alberto Edjogo reunió a dos figuras del deporte para reflexionar sobre la diversidad y la lucha contra la discriminación desde sus propias experiencias.

Adi Iglesias puso voz a una realidad extrema: “Las personas con albinismo somos perseguidas y asesinadas en Mali porque se dice que damos ‘mala suerte’. Existe la creencia de que, cuando alguien nace albino, es porque una bruja ha echado un mal de ojo. Yo tuve que huir de allí porque mis padres querían un futuro mejor para mí. Ser diferente es una riqueza”.

Sobre la discriminación, Iglesias explicó que en su caso no la ha sufrido de forma directa: “No me ha pasado, yo paso desapercibida. No como mi pareja, que es jugador de fútbol, de Mali, musulmán y negro. En el atletismo, que es el deporte más sano que conozco, es raro que se insulte a alguien por cómo es. Por eso hay que decirlo: en ese ambiente las cosas se hacen bien”.

En cuanto al bullying, la atleta fue clara: “El deporte siempre es una buena herramienta para superar cualquier tipo de discriminación. Yo sufría más en el instituto o en el colegio, donde existe miedo a lo diferente. Yo hui de un país, pasé por un centro de menores y muchas veces los profesores ya te etiquetan por tu expediente. Cuando cambié mis apellidos biológicos por Iglesias, el de la mujer que me acogió en Galicia, noté claramente el cambio. En el deporte siempre me sentí acogida y crecí como persona”.

El coloquio también abordó los episodios de racismo sufridos por Samuel Eto’o. Preguntado por los insultos que recibió el camerunés, Miguel Ángel Moyá recordó su etapa compartida: “Conozco a Eto’o desde su época en el Mallorca, cuando yo alternaba entre el filial y el primer equipo. Era un referente, alguien en quien fijarse.

Decía aquello de “voy a correr como un negro para vivir como un blanco” una frase que se hizo célebre en su etapa en el Barça. Eso ocurrió en 2006 y, aunque en 2025 hay un cambio significativo, todavía faltan muchas cosas por hacer”.

Sobre cómo afrontar esas situaciones, Moyá explicó que el mensaje inicial solía ser de resistencia: “El primer mensaje es ‘aguanta, son cuatro individuos’, pero él no mostraba debilidad, sino dignidad. No se fue por ser débil. Hay situaciones que llaman la atención para mal y obligan a tomar medidas drásticas”.

Por último, el exguardameta valoró la evolución de la diversidad en el deporte español: “En España siempre hemos sido muy nuestros. Si miras a selecciones rivales, muchas nos llevan ventaja en integración y diversidad. Al final, el rendimiento es lo que manda. La cohesión de un grupo está muy lejos de la religión o el origen: te adaptas a todo, como cuando compañeros hacían el Ramadán”.

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