LaLiga, que denunció ante UEFA, no descarta ir a FIFA

“Haremos lo que se tenga que hacer, aunque se vea implicado un equipo español”. Esa fue la contundente respuesta que dio Javier Tebas, presidente de LaLiga, sobre si denunciarían al Barcelona ante el Comité de Ética de la UEFA por el ‘Caso Negreira’. Y así fue. La patronal española envió un escrito que ha iniciado un proceso disciplinario que podría acabar con la expulsión del conjunto azulgrana de la Champions durante una temporada. Una de las pocas vías para que el Barcelona tenga consecuencias deportivas por pagar durante 17 años al que fuera el vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros. Aunque también queda en liza otro camino, el de FIFA, al que podría recurrir LaLiga si no lo hace la Federación.

LaLiga ha querido liderar la lucha contra cualquier practica poca ética o que vulnere la competitividad en Europa. Por ello, ha denunciado en varias ocasiones al PSG y al Manchester City por incumplir el fair play financiero; a la Juventus por el ‘caso plusvalías’ y, ahora, al Barcelona por el ‘caso Negreira’. Tebas presentó esta denuncia por dos motivos. El primero, porque es miembro del Comité Ejecutivo de la UEFA y entendía que su obligación era hacerlo cuanto antes. Segundo, ante las protestas del resto de clubes y ante la imposibilidad de sancionar deportivamente a los azulgrana en España. La Ley del Deporte establece que para estos casos muy graves se prescribe a los tres años. El último pago a Enríquez Negreira se produjo en 2018, ahora hace cinco años. Este escenario dejó como único ámbito de actuación en España la vía penal. La cual se ha iniciado tras la denuncia de Estrada Fernández, árbitro VAR de Primera División, y la Fiscalía de Barcelona. Una demanda a la que se han sumado la propia Liga y la Federación.

Este paso lo dio LaLiga sin titubear, como ya avisó Tebas hace un mes: “No pediremos que UEFA entre de oficio, que parece cobardía. Denunciaremos para que entren, como ya lo hemos hecho con otros temas. Si aquí está prescrito, iremos donde no lo esté”. Aunque esta denuncia no ha sentado bien en el Camp Nou y Laporta llegó a acusar al presidente de LaLiga de quitarse la careta y tener fobia del Barça, esta no ha sido la primera vez que desde la patronal persiguen cualquier comportamiento irregular de un club español. No miraron para otro lado en casos como el de Osasuna, donde hay directivos que van a ir a la cárcel, o el Oikos. Ante el caso que consideran más grave y que mayor daño reputacional puede hacer el fútbol, tampoco lo están haciendo. “Es el mayor problema del fútbol español en toda su historia. Va a durar mucho tiempo y queremos que se aclare la situación. Solo con la mera intención de pensar que se puede alterar un resultado, ya estás cometiendo la infracción del delito. Nos da igual que sea el Barcelona u otro equipo. Haría más daño la inacción a nivel reputacional”, afirmó hace dos días Tebas en una conferencia celebrada en ISDE.

Ahora bien, LaLiga podría dar otro paso más. Llevar el ‘caso Negreira’ ante la FIFA. Allí la sanción que podría imponer la institución puede ser la de restar puntos en la competición nacional o el descenso. Desde la patronal entienden que este camino lo tendría que hacer la Federación, porque en FIFA las ligas no tienen un reconocimiento directo como existe en UEFA. Pero si la RFEF no da este paso, LaLiga estaría dispuesta a darlo en breve, según ha podido saber AS.

La Federación, como anunció Andreu Camps, secretario general, ha colaborado con la UEFA en la investigación que se inició tras la denuncia de LaLiga. Desde la institución europea se pusieron en contacto con Las Rozas para requerirles información sobre el caso y la RFEF les entregó la documentación y los informes elaborados. Entre ellos, la información recabada tras preguntar a los árbitros de Primera División si habían tenido relación con Enríquez Negreira y con su hijo. Dicha documentación ya está en las oficinas de UEFA para determinar si el Barcelona debe ser sancionado o no en Europa por pagar durante 17 años y más de siete millones al que fuera vicepresidente del arbitraje español.