LaLiga denuncia los gritos de “mono” y “gitano” en el Getafe-Sevilla

LaLiga responde con otra denuncia a los incidentes racistas y xenófobos vividos este fin de semana en Primera. Se trata de los gritos escuchados en el Getafe-Sevilla del sábado, cuando se llamó a Acuña “mono” y “gitano” a Quique Sánchez Flores. Estos delitos de odios han sido puestos sobre la mesa del Comité de Competición y de la Comisión de Antiviolencia, quienes deberán decidir la sanción correspondiente, si cabe. Aunque por ahora, casi nunca se ve un cierre de grada en el fútbol español. Algo que empiezan a reclamar con más ímpetu jugadores y entrenadores.

La patronal detalla en su informe los distintos insultos registrados durante el partido, que fueron 7. Desde gritos de “puta Sevilla” o “puta Leganés” hasta los vertidos contra Acuña y Quique. “En el minuto 68 del partido, estando el juego detenido, a instancias del asistente nº2, el árbitro se dirige al delegado local, para indicarle que activa el protocolo antirracismo, y se emita un mensaje por megafonía del estadio, debido a que cerca del asistente nº2, en la banda contraria a los banquillos, algún aficionado local se ha dirigido al jugador visitante, dorsal 19, Acuña, diciéndole, “Acuña mono” y “Acuña vienes del mono””, refleja en primera instancia LaLiga.

El comunicado añade: “En el minuto 69 del partido, a través del delegado del Sevilla FC, se informa que el entrenador visitante, D. Quique Sánchez Flores, está recibiendo insultos desde la grada de tribuna principal baja, tras los banquillos, donde algún o algunos aficionados le están diciendo “gitano’”.

Javier Iglesias Villanueva reflejó de la siguiente manera en el acto el incidente racista: “En el minuto 68 tuve que detener el encuentro debido a que se produjeron insultos racistas sobre el dorsal 19 del equipo visitante, con palabras como “Acuña mono” y “Acuña vienes del mono”, desde aficionados situados en la zona central del campo detrás de la posición de mi árbitro asistente nº2. Dicha incidencia, siguiendo el protocolo de actuación en estos casos, fue anunciada por megafonía, no reanudado el juego hasta dicho momento dos minutos y medio después y no produciéndose en ninguna ocasión más en el encuentro”.

Los dos entrenadores y jugadores como Ramos criticaron los insultos que recibió Acuña y también los gritos de gitano. “Estoy orgulloso de cada poro de mi cuerpo y de mis venas que es gitano. Otra cosa es que lo hagan de manera racista. Lo que pasa es que parte del público cree que puede ir a los estadios a decir lo que quiera y cuando quiera, y nosotros somos trabajadores que se nos debe respetar. Me parece aberrante que digan cosas que salgan de cualquier espacio de convivencia”, denunció Quique Sánchez Flores, técnico del Sevilla. Sergio Ramos, por su parte, afirmó lo siguiente: “Hay que señalarlos y prohibirles la entrada en los estadios”. Algo con lo que comulga el entrenador local, Bordalás: “Hasta que no se tomen medidas de verdad se seguirá faltando el respeto”.

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