La zaga exige recambios
Las salidas de Quini, Cabaco y Jonathan Silva tras finalizar sus contratos con el club obligan a la entidad rojiblanca a darle un importante cambio a la retaguardia nazarí.
El Granada se está tomando con calma las primeras semanas del mercado. El runrún de la posible venta de la entidad ha frenado la planificación y los primeros refuerzos se están haciendo esperar. A pesar de que hay un amplio número de jugadores con contrato en vigor, el club debe dar una vuelta de tuerca a algunas posiciones. Una de ellas es la defensa, donde se han producido varias salidas y habrá que hacer un esfuerzo para recomponerla.
Quini acaba contrato este viernes y salvo cambio radical de planes no continuará en Los Cármenes. Ha participado en 31 encuentros de Liga y ha sumado casi 1.800 minutos de juego, pero el club considera cerrado su ciclo como rojiblanco. Tampoco seguirán Cabaco y Jonathan Silva, que abandonan la entidad después de sus respectivas cesiones. Es por ello que habrá que recomponer tanto el eje de la zaga como los laterales, aunque en los flancos tanto Ricard Sánchez como Carlos Neva son considerados opciones muy solventes para los dirigentes rojiblancos y, de entrada, partirán como titulares en el próximo proyecto en Primera.
Aun así, se antoja necesario doblar ambos puestos y dotar también de alguna pieza más al eje de la defensa, donde quedan con contrato Miguel Rubio, Ignasi Miquel, el canterano Torrente y Víctor Díaz, que también se ha desempeñado en los laterales e incluso por delante de la zaga durante esta pasada temporada.
El Granada trabaja en varias opciones para la zaga y ya ha trascendido el interés por futbolistas como Iza Carcelén, Juan Carmona o incluso Capa. Será un mercado largo para los rojiblancos, que deben aligerar la plantilla un poco más y darle un salto de calidad con varios refuerzos notables. El objetivo será asentarse en Primera e intentar pasar los menos apuros posibles.