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ATLÉTICO

La unión del vestuario, secreto de este Atleti

La plantilla del Atlético crece como creció aquella liderada por los primeros campeones de Liga con el Cholo: alrededor de un núcleo duro y una caseta sana y unida.

Piña del Atlético de Madrid en Getafe para celebrar el primer gol de los rojiblancos en el Coliseum. La fuerza del vestuario está en eso: la unión del grupo que recuerda a los tiempos de los Gabi, Godín, Raúl García...
INMA FLORESDiarioAS

Lo más complicado en el fútbol es eso: hacer un equipo. Que se lo digan a Xavi Hernández. O al PSG. Los nombres no te hacen grupo. Y solo sobre la piña se alzan los triunfos. El “uno para todos y todos para uno”. Eso que Simeone tuvo como futbolista del doblete con aquellas barbacoas los jueves en la sala VIP del viejo Calderón, lo que se encontró cuando regresó como entrenador: un grupo de chicos buenísimos apaleados por las críticas y una eliminación en Copa del Rey ante un Segunda B (Albacete). El Cholo solo tuvo que recuperar su autoestima, todo lo demás lo llevaban de serie. El vestuario estaba lleno de líderes que a su vez eran hermanos. Los Gabi, Godín, Juanfran, Raúl García, Koke. Sobre los cinco, el núcleo duro del grupo, se alzaron los primeros triunfos del argentino, el viraje de la historia reciente rojiblanca. Algo similar está ocurriendo ahora. Un vestuario así. Sano, unido y sin egos.

Morata y João se abrazan tras el 0-1 del Atlético al Getafe en la primera jornada de Liga.
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Morata y João se abrazan tras el 0-1 del Atlético al Getafe en la primera jornada de Liga. PEPE ANDRESDiarioAS

Mientras la afición rojiblanca contenía la respiración en septiembre de 2020 con la final de la Champions burbuja en Lisboa, a causa de la pandemia, los ocho mejores de Europa disputando sus partidos allí, a lo Final Four, con el Atleti presente, un Atleti que había eliminado ya al gran favorito y vigente campeón, el Liverpool, en octavos, en el vestuario del Cholo hervían las rencillas y egos, con jugadores que, incluso, llegaron a las manos antes del partido. Si sobre el papel y para el mundo el Atleti era el favorito para ganarle al Leipzig y colarse en las semifinales, quienes estaban cerca del equipo intuían lo que finalmente pasó: victoria de los alemanes y los rojiblancos a casa. Aquella fue la noche la que Morata decidió que se iría del Atlético: el titular para aquel partido había sido Costa, un Costa claramente en declive, un Costa siempre por delante.

Koke, Morata, Llorente, Griezmann... núcleo duro

Doce futbolistas (Oblak, Savic, Giménez, Lodi, Carrasco, Llorente, João, Correa, Lemar, Felipe, Hermoso y el capitán Koke) permanecen de los 23 convocados aquella noche, más los dos (Saúl y Morata) que han regresado esta temporada tras suerte dispar fuera (al primero nada le salió como esperaba en su cesión al Chelsea, el segundo era pieza vital para un Allegri que le quería en la Juve pero no pudo pagar los 35 millones que costaba) y lo que entre todos han levantado (también con Griezmann, de regreso la temporada pasada y siempre una suerte en los vestuarios, por su buen carácter, compañerismo y alegría) es un grupo con cimientos a lo Gabi y Godín. No en vano Koke aprendió de ellos. Morata, Llorente y Griezmann forman núcleo. Pero también Hermoso, capitán sin brazalete, vital para el perfecto funcionamiento de ese vestuario, muy cerca de los João, Lodi, Cunha, Carrasco y Lemar que son hermanos y que llenan sus paredes de un grito, “todos para uno y uno para todos”, que está detrás del comienzo arrollador del Atleti en Liga, de una pretemporada que declara intenciones: lucha por todo aunque lejos de los focos. Cada uno por sí mismo... y también por sus hermanos.