La última mutación de Mingueza
Giráldez está dando continuidad como mediocentro al polivalente futbolista catalán. La pasada campaña lo utilizó de central y de carrilero en las dos bandas.
Portero y delantero centro son las únicas posiciones que le faltan a Óscar Mingueza por descubrir como titular desde que viste de celeste. Rafa Benítez y Claudio Giráldez explotaron la pasada campaña su polivalencia y este verano el técnico de O Porriño ha ido un paso más allá. En los últimos tres amistosos ha situado al jugador formado en La Masía como centrocampista, más de 8 que de 6, explorando esta alternativa mientras el Celta no cierra la incorporación de un mediocentro.
Salvando las distancias, se podría decir que al futbolista de Santa Perpètua de Mogoda le está tocando hacer de Xavi Hernández, el técnico que puso fin a su etapa blaugrana. Jugando al lado de un pivote más defensivo, ya sea Damián Rodríguez o Fran Beltrán, asume el rol más ofensivo en la sala de máquinas del habitual 3-4-3 céltico. Esa misión la ha desempeñado frente al Vizela, el Sporting de Gijón y el Gil Vicente. Tres amistosos que se resolvieron con victoria del conjunto vigués.
A Giráldez le encanta probar variantes en los ensayos de pretemporada. La de Mingueza como pivote responde a una cuestión puntual, a la búsqueda en el mercado de un mediocentro que complete la medular. Cuando se cierre esa operación, se entiende que el barcelonés dejará de contar como candidato para el centro del campo, pero mantendrá intactas sus opciones de iniciar la Liga como titular. La duda reside en qué demarcación lo hará.
Mingueza y Munir El Haddadi -otro canterano del Barcelona- fueron la pasada campaña los dos únicos jugadores de campo que participaron en las 38 jornadas del campeonato. Giráldez empleó a su comodín favorito como central diestro, carrilero derecho y lateral largo por la otra banda. También le concedió minutos como pivote, pero esa solución solo la aplicó en el tramo final de los partidos.
Más galones ofensivos le había otorgado Benítez. El preparador madrileño llegó a ubicarlo como interior e incluso de mediapunta-extremo en el contundente triunfo celeste en El Sadar. A sus 25 años, el 3 del Celta no deja de mutar futbolísticamente. La temporada que está cerca de arrancar será la tercera que afronte en Vigo, donde salvo con Eduardo Coudet ha sido titular habitual con los otros tres entrenadores que lo han dirigido.
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