SUPERCOPA | REAL MADRID - VALENCIA
La tierra del Halcón
Valverde ‘derribó’ a Morata en Yeda y sentenció al Barcelona en Riad. Dos de sus fotos más icónicas fueron en Arabia. Ahora, en un momento gris, vuelve para reencontrarse
Arabia le cambió la vida a Valverde. Por una zancadilla en 2020; por un golazo en 2022. Dos momentos icónicos que dieron un giro de 180º a su carrera. Era un Pajarito ajeno a las grandes ocasiones y hoy, ya es un Halcón indiscutible. Conclusión inequívoca: la Supercopa de España no es una competición más para él. Esta será su cuarta y llega en el momento de mayor necesidad: desde el Mundial, su mejor versión anda desaparecida en combate. No ha vuelto a lucir el cañón, no termina de ser el pulmón que fue, no se encuentra. Pero llega Arabia y a ella se encomienda, más que nunca, para reencontrarse. Sabe que en esta tierra pasan cosas. Le pasan cosas. Y las necesita.
Zancadilla a Morata
Era el 12 de enero de 2020, la primera Supercopa de España que se disputó en Arabia. El Madrid llegó a la final tras superar en semis al Valencia y el Atlético, al Barcelona. Derbi en todo lo alto con un título en juego. En los 90 minutos sólo hubo cuatro disparos a puerta (tres del Madrid y uno del Atleti); transcurría un partido tosco. Un 0-0 sin ocasiones. Prórroga. Y con todo en la cuerda floja, Morata se plantó solo ante Courtois: corrió, corrió, corrió... ¡y lo arrollaron por detrás! Fue un joven Valverde, que ante esa tesitura optó por cortar el cable rojo con una entrada que le costó -evidentemente- la tarjeta roja.
“No me siento orgulloso de hacerle una falta a un rival. Pero fue limpia, pensada para no lesionar. Yo me debo a mi escudo y siempre lo defenderé dentro las normas del juego”, reconoció después. “Le dije que no se preocupase, hizo lo que tenía que hacer”, añadió el Cholo en rueda de prensa. El desenlace de ese mano a mano será, por siempre, una incógnita. Pero sí hay una cosa clara: Valverde consiguió llevar el partido a los penaltis y ahí, ganaron. Fallaron Saúl y Thomas. “¡No sé si me metí en el corazón del madridismo!”, reconoció el uruguayo. Pero el madridismo siente aquella falta como medio título.
Jaque mate al Barcelona
Más reciente fue su zarpazo al eterno rival. En concreto, la Supercopa de España del año pasado: el 12 de enero de 2022. El destino quiso que Real Madrid y Barcelona se cruzasen en semifinales: Valverde fue suplente. Desde el banquillo vio una oda a este deporte: Vinicius adelantó a los blancos, De Jong empató antes del descanso, Benzema volvió a poner ventaja y Ansu Fati llevó el envite a la prórroga. Media hora en la que el Halcón se hizo protagonista. Salió en el 83′ para sustituir a un exhausto Modric y la orden de Ancelotti fue clara: corre. Haz lo que mejor sabes.
Se presentó un box to box imparable. Robando abajo y en cuestión de segundos, rematando arriba. Con los equipos en reserva, él fue pura adrenalina. Partió los esquemas... y marcó el gol de la victoria. Era el minuto 98 y Rodrygo puso un centro raso. Valverde tenía a tres hombres delante, pocas papeletas de remate, pero Vinicius dejó pasar el balón y de repente, le llegó. Fusiló con la diestra; gol. “Me cayó la pelota y ¡dije esta no la fallo ni loco!”, confesó a Direct Sports TV. Aquel zarpazo clasificó al Madrid para la final, en la que se impuso al Athletic. Y no sólo subió su confianza, sino que disparó su caché. Fue un golpe sobre la mesa en toda regla.
Resurgir de sus cenizas
La edición de 2021, como consecuencia del Covid, se celebró a puerta cerrada en La Cartuja, así que esta será su tercera visita a Arabia Saudí... con las dos anteriores en la retina. Sabe que en esta tierra es protagonista y lo necesita. Porque desde el Mundial, ha desaparecido. En Qatar tuvo una participación muy discreta, en Valladolid pasó inadvertido y en La Cerámica, ídem. No marca ni da una asistencia desde el 2 de noviembre: lleva ocho partidos seguidos de sequía. Ancelotti mantiene la confianza -plena- en él, porque sabe que volverá. Que es su ‘jugador total’ y sólo necesita reencontrarse. Ahí aparece esta Supercopa. Ahí aparece Arabia, donde el Halcón, por una vez, quiere ser Ave Fénix.