La terapia de Coco
El central de Las Palmas, con su continuidad en duda, hace pleno con la selección de Guinea Ecuatorial en la clasificación para el Mundial de 2026.
Tras finalizar la temporada la temporada el pasado 26 de mayo, toda la plantilla de Las Palmas comenzó automáticamente su periodo vacacional. Algunos dijeron hasta siempre, otros lo harán en breve, unos cuantos hasta luego. Todos los futbolistas del equipo insular se apresuraron para tomarse un merecido descanso. La excepción fue la de Saúl Coco, quien había sido un indiscutible pretoriano de García Pimienta, ya entrenador del Sevilla, que mantuvo su compromiso inquebrantable con la selección de Guinea Ecuatorial, con la que ya había disputado la Copa de África el pasado mes de enero.
Coco nació en Lanzarote pero siempre se mostró orgulloso de sus raíces, aquellas que le unen a Guinea a través de su padre, quien naciera en dicho país africano. Por eso atendió hace unos días, tan orgulloso siempre, una nueva llamada de su selección, en este caso para jugar dos partidos de clasificación para el Mundial de 2026. Acabó el curso futbolístico y, sobre la marcha, cambió de continente.
Así en Las Palmas como con la selección de Guinea Ecuatorial, Coco es un jugador indispensable. De hecho, jugó completos los partidos mencionados ante Túnez, el pasado 5 de junio (derrota, 1-0) y el de ayer ante Malawi (victoria, 1-0). Aunque unos cuantos días más tarde que el resto de sus compañeros, Coco se encuentra, ahora sí, de vacaciones.
Ni que fuera una terapia, los días concentrado con el combinado de Guinea Ecuatorial le han servido de vía de escape al central de Las Palmas. Que se sepa, de momento no se ha pronunciado sobre una posible renovación con la entidad grancanaria un año antes de que acabe su contrato, ajena al ruido, aguerrido solo sobre el césped. Toca ampliar el vínculo o salir traspasado. De lo contrario, la grada de espera. “No estoy dispuesto a que se repita un caso como el de Sergi Cardona”, sostiene Miguel Ángel Ramírez, máximo accionista y presidente de la Unión Deportiva. Coco guarda silencio pero el ejecutivo apunta. “Nos pasó lo mismo que con Álvaro Valles: su representante nos ha dicho que no quiere renovar”, insiste. Ambos futbolistas son, ahora mismo, las dos papas calientes del club en el presente mercado estival.
Presión
Con un valor de mercado de 8 millones según la métrica especializada de Transfermarkt, su cláusula de rescisión es de 30. No ha trascendido ninguna oferta a Las Palmas por hacerse con sus derechos deportivos y federativos. Mientras el club le presiona públicamente, Coco y su entorno optan por la prudencia y el silencio. “Quería jugar estos dos partidos y luego desconectar en vacaciones”, confirma a este periódico un testigo directo de su trabajo en el periodo de verano.
Sea como fuere, la Dirección Deportiva de Las Palmas busca reforzar el eje de la zaga en lo que se decide el futuro más próximo de Coco. De momento, junto a él permanecen en nómina tanto Mika Mármol como Álex Suárez. La baja de Curbelo, atendiendo a las palabras de Ramírez, será cubierta por el canterano Juanma Herzog. Mientras, La Provincia anuncia la cercanía de la incorporación, para dichas posiciones, del turco Emirhan Topçu, quien comparte equipo en el Rizespor con Óscar Pinchi, un ex del club. Como Coco, acaba contrato en 2025. El 23 sigue, de momento, en la Unión Deportiva.
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