La temporada se le escapa al Atlético
Dirigentes, Simeone y jugadores hablaron de subir el nivel de exigencia del equipo esta temporada. Hasta ahora no ha sido así. Ha transcurrido un cuarto del ejercicio y todo ya son finales para el Atlético.
El Atlético cayó ante el Betis y puso punto y final a una semana negra: derrotas ante Lille y frente al conjunto verdiblanco. Esos dos tropiezos complican los objetivos que se había puesto de partida el equipo madrileño a principios de campaña. Dos derrotas cosechadas de manera diferente: buen partido en Champions, con muchas ocasiones de gol y error grosero del colegiado en contra del Atlético; y mal encuentro ante el Betis en uno de los peores tiempos de la etapa de Simeone al frente del Atlético.
La temporada se le empieza a escapar al conjunto del Metropolitano. Transcurridas once jornadas el Atlético está a diez puntos de la cabeza de la tabla, un Barcelona que marcha con paso firme. Tras once partidos el balance es de cinco victorias, cinco empates y una derrota. 16 sobre 33 puntos posibles. Números muy mejorables, a todas luces. Pelear por el título parece algo una quimera, aunque la Liga es muy larga y tan sólo llevamos un cuarto de competición.
A estas alturas de la competición liguera, es el campeonato con más distancia de puntos del Atlético del Cholo con respecto al líder: 10. En la campaña 2017-18 estaba a ocho del primer clasificado, los mismos puntos de distancia que en el ejercicio 2022-23. El objetivo mínimo que tanto Enrique Cerezo como Gil Marín le piden a Simeone es estar en Champions, aunque esta temporada todos hablaban de “subir el nivel de exigencia” para la plantilla. Así se expresaron desde la cúpula dirigente hasta Simeone y los jugadores con peso en el equipo, con el capitán Koke a la cabeza. Según sus palabras, ya no vale con acabar entre los cuatro primeros en Liga. Ahora mismo, el Atlético se puede dar con un canto en los dientes si esto sucede.
El Atlético realizó incorporaciones importantes a principios de temporada (Le Normand, Gallagher, Julián Alvarez, Sorloth), además de reforzarse también con Musso, Lenglet, Javi Galán y Giuliano. Incorporaciones que, en boca de todos, aumentaron el nivel competitivo de la plantilla y, a priori, propiciaban que el Atlético pudiera luchar por todos los títulos. Ninguno ha rendido como se esperaba de ellos. Quizá Le Normand. Las alegrías han llegado de secundarios: Javi Galán le ha dado aire al equipo en el lateral zurdo, lo mismo que Giuliano, quien siempre le aporta un plus al equipo rojiblanco. Bien podrían aprender de ellos algunas de las consideradas como estrellas.
En Champions la situación es complicada. El Atlético ganó en la primera jornada al Leipizig, teniendo que remontar y cuajando un buen partido; cayó goleado ante el Benfica y también frente al Lille, en un partido desgraciado para el equipo madrileño. No debió perder y esa derrota complica el pase. Queda mucho, pero el Atlético no puede dormirse.
Debe viajar a París para jugar ante el PSG; a Praga, para medirse al Sparta; luego recibirá al Slovan Bratislava y ya en 2025 recibirá al Leverkusen y acabará esa fase clasificatoria viajando a Salzburgo. La situación, pese a no ser fácil, parece solventable a poco que el Atlético se ponga las pilas. Quedar entre los ocho primeros de esta fase de Champions no parece factible, pero sí en ese grupo intermedio que tendrá posteriormente que disputar una eliminatoria para seguir adelante en la competición.
El Atlético atraviesa un momento complicado y todos lo saben. Simeone espera recuperar pronto a alguno de los lesionados: Marcos Llorente, Le Normand, Barrios, Lenglet y Azpilicueta. Los tres primeros se antojan como básicos en el esquema de juego del Atlético. Cinco lesionados en una plantilla de 23 jugadores y la buena noticia es el regreso de Lemar. El francés no jugaba en partido oficial desde el 16 de septiembre de 2023. En un equipo en el que no sobra nadie su regreso es bienvenido.
El Atlético tiene los siguientes partidos hasta el próximo parón liguero: juega el jueves frente al Vic, en Copa del Rey; el domingo en Liga, en el Metropolitano, frente a la Unión Deportiva Las Palmas y la próxima semana rinde visita al PSG y al Mallorca. Tal y como se ha puesto el ejercicio, todos los encuentros ya son finales para el Atlético. Irse al nuevo parón con una imagen diferente a la de ahora se antoja primordial.
La afición, desencantada con el equipo, pide que Simeone mire al filial. El equipo de Fernando Torres quiere hacer algo grande este año en Primera Federación. Está acechando los puestos de play-off. El filial compite bien y muestra oficio en una categoría complicada. Tiene problemas con el gol, pero hay un buen ramillete de jugadores que pueden aportar, casi más en la parte defensiva que en ataque: Kostis, Spina, el mediocentro Gismera, el centrocampista ofensivo Rayane... La solución, en todo caso, pasa por el hecho de que los jugadores del primer equipo dén un paso al frente.
Koke lo dijo al acabar el encuentro ante el Betis. Todo es cansino ya en el Atlético. Y repetitivo. El equipo ha salido más de una vez en situaciones complicadas. Es la hora de subir el nivel de exigencia. Pero de verdad.
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