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SUPERCOPA

La Supercopa, con fuera de juego semiautomático pero sin ojo de halcón

La RFEF implantará para el torneo esta nueva herramienta que ayudará a el VAR, pero sigue sin recuperar la tecnología que detecta si hay gol o no.

En 2019, la RFEF firmó un acuerdo con Arabia Saudí por el que la Supercopa de España se disputaría en el país asiático durante las tres siguientes temporadas a cambio de 40 millones de euros, con un valor total de 240 millones a repartir entre la propia Federación española, los clubes participantes y la agencia intermediaria. La idea era que se jugase como un cuadrangular, al que acudirían el campeón de Liga, el segundo, y el campeón y subcampeón de Copa: el campeón de Liga se enfrenta al subcampeón de Copa y el campeón copero al subcampeón liguero. En la edición de 2022, el Barcelona, como campeón de Copa, se midió al Real Madrid, subcampeón de Liga, en semifinales. Dicho encuentro se celebró en el estadio internacional Rey Fahd de Riad, derrotando a los azulgrana tras un trepidante encuentro que acabó 2-2 en su tiempo reglamentario, pero que el uruguayo Fede Valverde definió en la prórroga.
JAVIER GANDULDIARIO AS

La Supercopa de España contará con una novedad para la edición de 2023. La RFEF ha decidido implantar la tecnología del fuera de juego semiautomático que ayudará a los trencillas del VAR para detectar si un jugador está o no en posición antireglamentaria. Eso sí, la Federación sigue sin recuperar la tecnología de gol que estrenó en 2020. Este martes, Medina Cantalejo y Clos Gómez explicarán cómo se utiliza este fuera de juego que se utilizará por primera vez en el fútbol español.

Tras los buenos que ha dado el fuera de juego semiautomático en el Mundial de Qatar y el visto bueno que dio IFAB para implantarlo en cualquier competición, la Federación ha decidido dar una nueva herramienta al Comité de Árbitros para la Supercopa. El sistema consiste en una serie de cámaras situadas en los dos frentes de ataque del campo que “dibuja” en tiempo real la situación exacta de los jugadores en el momento del último pase. Eso puede confirmar, en cuestión de segundos, si hay o no acción antirreglamentaria por parte del receptor.

Por otro lado, los árbitros no contarán con otra herramienta que sí se utiliza en competiciones FIFA y UEFA, que es la tecnología de gol. Conocido como el Ojo de Halcón. La herramienta avisa al reloj del árbitro que el balón ha rebasado completamente la línea de gol sin necesidad de recurrir al videoarbitraje para dictaminar si hay o no gol fantasma. Supone un ahorro de tiempo y mayor fiabilidad, pero también supone una inversión de varios millones de euros. Una tecnología que no se usa en LaLiga porque los clubes consideran que es un gasto excesivo y que con el VAR ya basta para subsanar los goles fantasma.