La revolución del Taty

Existía la sensación en el vestuario del Girona, así lo manifestó públicamente Míchel en alguna ocasión, que el fútbol no estaba siendo justo con el Taty Castellanos. Un jugador que se lo deja todo en el campo, que contribuye de forma decisiva en la manera de jugar del Girona, pero que no estaba siendo recompensado individualmente. Titular indiscutible, su valía estaba y está fuera de toda duda, pero si a un delantero se le mide por los goles Castellanos llevaba unos registros bastante discretos. Solo cuatro goles en la primera vuelta jugando en uno de los conjuntos más ofensivos de toda la categoría.

Pero todo esto ha cambiado. Y el detonante, seguramente, fue un fallo. Un mano a mano con Ter Stegen que el delantero erró. Se le vio extremadamente afectado por el fallo e incluso llegó a cerrar sus redes sociales para evitar la crítica de algunos, y muy minoritarios, aficionados. Pero ese fallo, de hecho, fue un punto de inflexión. Desde el partido del Camp Nou, en todos los encuentros que ha participado, ha marcado. Arrancó con una diana contra el Elche, se perdió por sanción el duelo contra el Valladolid y ha visto portería ante Real Madrid, Sevilla y Mallorca. Ante los blancos, como es de sobras conocido, metió cuatro goles. Una cifra estratosférica: nadie le metía cuatro goles al Madrid en Liga desde finales de los 40.

Tras esta racha, el Girona ha encadenado por primera vez tres victorias consecutivas gracias a sus goles, Castellanos es el quinto máximo goleador de la categoría con 13 tantos. Unas cifras más que decentes, evidentemente, pero que ha conseguido en la segunda vuelta. Es, junto a Enes Ünal el mejor delantero de la segunda mitad de temporada con nueve dianas. Una revolución que ha situado al equipo en la séptima posición, una posición que dará acceso a las competiciones europeas si el Real Madrid es campeón de Copa.