La resurrección de Osasuna

Osasuna, en una década, ha pasado de estar casi en el infierno a vivir un gran momento en lo deportivo y en lo económico. En 2014 estuvo a las puertas de bajar a Segunda B, lo que le pudo llevar casi a la desaparición por la crisis en la que estaba sumergido el club. En cambio, en junio han logrado terminar de pagar la reforma de El Sadar en un tiempo récord y ha finiquitado la compra una parcela de Tajonar, el corazón de la entidad, que le permitirá ampliar su ciudad deportiva con el fin de sacar más jugadores para el primer equipo.

En 2014, cuando Osasuna contaba con unos 50 millones de euros de deuda, se asomó al abismo. Solo un milagro, obra de David García y Flaño, evitó que cayeran en él. Ambos fueron los que hicieron renacer al equipo cual ave fénix gracias a sus goles en la última jornada de Liga ante el Sabadell. Dos tantos que sirvieron a los rojillos para sumar un punto que evitaba que cayeran a Segunda B, donde las deudas y la dificultad de conseguir ingresos en dicha categoría lo hubiera llegado a una situación casi fatal. “Hubieran sido años tremendamente duros. La estructura que tiene Osasuna y la inversión que hace en Tajonar hubiera sido inviable en Segunda B. No tiene ningún tipo de ingresos de televisión”, cuenta Fran Canal, director general de Osasuna. Que detalla cómo el club ha logrado resucitar y afianzarse en Primera División una década después de una grave crisis económica: “El club contaba con una deuda de unos 50 millones. Se perdió el alma, porque tuvimos que entregar El Sadar y la Ciudad Deportiva como pago y aun así quedaron 9,7 millones por pagar, más 7,1M€ que aparecieron en una inspección posterior. La situación fue límite, caótica y catastrófica”.

Osasuna, desde entonces, ha seguido un modelo de austeridad y de apostar por jugadores de la casa que le ha llevado a ser un habitual de Primera, alcanzar una final de Copa del Rey, jugar la Supercopa de España y clasificarse para la Conference. “Somos un club deportivo que no tenemos accionistas que nos pongan dinero. Otros hacen ampliaciones de capital, nosotros no podemos. Debemos ser austeros para no acabar números rojos. Hay que ser prudentes y mirar mucho el euro. Hay que invertir en lo que podemos. No podemos endeudarnos”, detalla Canal. Tanto es así, que la reforma de El Sadar, que costó 23,8M€, la han pagado en tiempo récord: 3 años y nueve meses. “La decisión de reformar el estadio se tomó cuando estábamos en Segunda División. En un principio era una reforma básica para adaptar el campo a las exigencias legales. Pero para ello debíamos tener un plan para pagarlo. Nos situamos en la peor previsión, que anualmente tuviéramos que amortizar la misma deuda que teníamos en ese momento. Teníamos que pagar una cuota ligeramente superior al millón de euros, que era el plan que teníamos marcado para Segunda División y a la vez poder competir. Los resultados nos permitieron llegar a Primera y el proyecto, que ya estaba en marcha, lo convertimos en uno un poco más ambicioso. Con la cubierta, la creación de dos áreas VIP que nos permitiera tener más ingresos….”. Estas obras han tenido un efecto positivo en sus cuentas: “El modelo del estadio de antes tenía un límite de ingresos que para nosotros a largo plazo era muy complicado de seguir sobreviviendo. La reforma ha permitido que, en las tres temporadas que hemos tenido público, hayamos tenido diez millones de euros de ingresos adicionales. El año que viene esperamos que ese incremento anual se sitúe en torno a los cuatro millones”.

Esto, unido al buen momento vivido por Osasuna estas últimas temporadas, ha ayudado a pagar en tiempo récord la reforma: “Gracias a la situación deportiva del equipo, de haber estado los últimos cinco años en Primera, nos ha permitido cancelar totalmente esa financiación de 23 millones de euros. Nos quedan en torno a tres o cuatro millones de euros de la deuda histórica, que la tenemos financiada, pero que iremos cancelando cada año. Lo pagaremos en uno o dos años”.

El buen trabajo económico que está realizando el club no solo se ve reflejado en el estadio, también en lo que llaman su “corazón”: Tajonar. Osasuna acaba de anunciar que ha adquirido 166.264 metros cuadrados para ampliar su ciudad deportiva. Donde se forma a jugadores con ADN rojillo. “Tajonar siempre ha sido nuestro corazón y sentimiento. De ahí salen los chavales que acaban jugando en el primer equipo. Por ello teníamos que realizar una inversión en la ciudad deportiva. Es cómoda, pero tiene unas limitaciones importantes. Hemos llegado a un acuerdo con el Gobierno de Navarra y hemos recomprado una parcela para hacer una segunda ciudad deportiva. Va a tener tres campos”, explica Canal. Quien detalla la importancia de apostar por la cantera: “Además de mejorar la metodología, también hay que tener capacidad para retener el talento. En los últimos años estamos siendo un equipo muy complicado de que nos quiten a un jugador por dinero”. Y añade: “Hemos tenido jugadores que han estado en el escaparate y han sido objeto de deseo por muchos equipos. Como es el caso de Moncayola, David García, Oroz… La política de Osasuna es muy clara: si no llega una oferta que sea absolutamente satisfactoriamente para nosotros, el jugador se queda”.

Este buen momento económico de Osasuna, dejando atrás todas sus deudas, logrando invertir en futuro y con un proyecto deportivo que está dando alegrías en los últimos años, permite al club rojillo una posición privilegiada a la hora de retener a sus jugadores más talentosos: “No estamos abocados a tener que vender por nuestra situación financiera. Si alguien quiere comprar un jugador de Osasuna, ese club tendrá que pagar el precio que nosotros estimemos que vale”. El club rojillo, con esta solidez económica y deportiva, está demostrando que tiene futuro.

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