Rayo
La resiliencia de Íñigo: del caso James a frenar al Real Madrid
El técnico rayista logra un importante empate cuando estaba cuestionado por el poco protagonismo del colombiano y De Tomás y los malos resultados del último mes.
Un punto que da mucho oxígeno y crédito a Íñigo Pérez. El empate del Rayo ante el Real Madrid supone un respaldo al plan del técnico, que estaba en el punto de mira en las últimas semanas por culpa de los malos resultados y el no dar protagonismo a jugadores de la talla de James y De Tomás. Además, se reivindica como estratega a la hora de frenar a rivales de gran envergadura: también empató contra el Atlético y puso contra las cuerdas al Barcelona.
El fichaje galáctico de James por el Rayo (más por nombre que por coste, que fue cero) hace presagiar que iba a tener un papel protagonista y líder en el equipo. Pero no ha sido así. Su rol es más que secundario. Apenas ha jugado siete partidos (solo dos de titular y uno de ellos fue en Copa ante un modesto Unionistas), y en los últimos tiempos no ha tenido ni minutos, lo que ha coincidido con un racha negativa de resultados. La gestión del último MVP de la Copa América y que De Tomás, el fichaje más caro de la historia del Rayo todavía ni haya debutado esta temporada en Liga, pusieron a Íñigo en el foco. “Es un tema que no estoy capacitado para responder en estos momentos. Me sabe fatal no poderos dar explicaciones porque nunca rehuyó nada pero no depende de mí. Ahora mismo no puedo hablar de ello”, afirmó antes del partido contra el Real Madrid al ser preguntado sobre el colombiano.
Pero de un plumazo y con dos buenos resultados, Íñigo ha espantado las dudas sobre su figura. El conjunto vallecano, pese a que marcha 13º en la clasificación, suma ya 20 puntos y todavía no se ha cumplido la primera vuelta. Un colchón muy importante de cara a lograr el objetivo de la permanencia y tratar de aspirar a algo más.
El empate ante el Real Madrid sirvió demostrar que este equipo tiene garra y pegada. El equipo salió con la iniciativa, poniendo contra las cuerdas al Real Madrid y mandándolo a la lona hasta en dos ocasiones. Aprovechó la fragilidad defensiva que está viviendo esta temporada y puso un 2-0 en el marcador. Los blancos lograron reaccionar antes del descanso y remontaron tras el paso por vestuarios. Pero no perdieron la fe y en menos de diez minutos lograron el 3-3.
El Real Madrid tuvo el balón, pero el Rayo logró que buena parte del partido se jugase a lo que ellos querían. Lograron rematar más (14-13), aunque menos a portería (5-6). Tuvieron más saques de córner y casi dispararon los mismo desde el área (6-7). El Rayo e Íñigo demuestran que no se arrugan ante los grandes, como tampoco hicieron contra el Atlético, al que también le sacaron un punto. Al Barcelona también le pusieron contra las cuerdas, pero los de Flick lograron llevarse la victoria (1-2). Ahora, con este empate que sube la moral del equipo y de la afición, Íñigo logra dar un golpe en la mesa para que se crea en su proyecto y sus decisiones. Aunque sean dejar en el banquillo o la grada a estrellas de la talla de James.
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