La redención de Pere Milla
El delantero ha pasado del ostracismo a la titularidad convirtiendo pitos en aplausos. Es el pichichi del equipo
En el deporte podemos encontrar todo tipo de historias. De éxitos y fracasos, de venganzas y traiciones, de paciencia y de redención. Y una de ellas, de las del último tipo, es la que encarna Pere Milla. Un futbolista que tuvo un inicio turbulento en el Espanyol, que llegó a rozar el ostracismo (jugó 16 minutos entre octubre y febrero de la temporada pasada) y que escuchó pitos de su propia afición. Por un rendimiento seguramente menor del esperado, pero también porque en ciertos momentos él fue el chivo expiatorio de una crítica que iba mucho más allá del césped. Pero a golpe de perseverancia, y buenas actuaciones, Milla ha conseguido revertir la situación completamente. De forma casi milagrosa.
El principal responsable del cambio de rumbo en su etapa futbolística ha sido evidentemente el jugador. Fue importante en su primer año, en Segunda, pero perdió protagonismo en Primera. Logró, sin embargo, volver a ganarse la confianza, y las oportunidades, de Manolo. Y respondió. Marcó tres goles en los últimos diez partidos de Liga (jugó ocho) siendo determinante en el último partido ante Las Palmas. Su gol, al fin y al cabo, valió una permanencia.
Pero más allá del césped la situación de Milla cambió también en la grada. Pasó de escuchar pitos a escuchar aplausos. El carácter del futbolista, carismático y cercano en redes sociales, ha ayudado también a cambiar la manera de verlo por parte de la afición pero sobre todo lo que ha cambiado es su desempeño en el verde. Además de goles importantes (en el ascenso y en la permanencia) hoy Pere juega mucho más liberado, intenso y preciso. Y los números son mucho mejores.
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Milla, de hecho, ha sido titular en dos de los tres partidos que llevamos de Liga en una plantilla bastante más competitiva que el curso pasado que mantiene a un entrenador que no regala nada. Si por algo se ha caracterizado Manolo es por ser un técnico que cree en la meritocracia y que alinea a los que considera más aptos, más allá de nombres, edades o fama. Y Pere ha respondido. Dos goles, una definitivo ante el Atlético, que han valido puntos. Pero no solo eso. Es el futbolista del Espanyol que más ha rematado a puerta (en nueve ocasiones) y el que lo ha hecho con más acierto (dos goles en cuatro disparos a puerta). Es, a día de hoy, un jugador importante y querido por la grada.
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