La portería del Granada, un océano de dudas
André Ferreira y Raúl Fernández han ido alternándose bajo palos pero la sensación de inseguridad sigue patente. El grave fallo del portugués ante el Athletic condenó otro intento de reacción nazarí.
Los problemas defensivos se han convertido en un tremendo lastre para el Granada. 36 goles encajados en 16 jornadas son una losa muy pesada e insoportable para un equipo que aspire a lograr la permanencia en Primera División. La prioridad en el mercado de invierno es reforzar el centro de la defensa. Vallejo no sale de la enfermería y ninguno de los zagueros que han estado disponibles han dado el nivel mínimo deseable para competir en la élite.
Sin embargo, los problemas nazaríes no se circunscriben únicamente a la retaguardia. Otro de los puestos que están generando un sinfín de dudas es la portería, donde André Ferreira y Raúl Fernández han ido repartiéndose titularidades con el mismo resultado: varios errores de bulto y sensación de inseguridad. El último episodio de este irregular rendimiento bajo palos tuvo lugar esta semana frente al Athletic, donde un error garrafal de Ferreira valió el 0-1 de Iñaki Williams y obligó al Granada a ir a remolque durante todo el choque condenando otro intento de reacción del cuadro rojiblanco.
El meta portugués inició el curso como titular pero Paco López decidió relegarle al banquillo en la tercera jornada después de las derrotas ante Atlético de Madrid (3-1) y Rayo Vallecano (0-2.) Raúl Fernández sumó entonces tres actuaciones consecutivas ante Mallorca (único triunfo del curso, 3-2), Real Sociedad (5-3) y Girona (2-4). 11 goles encajados en tres partidos devolvieron al cancerbero bilbaíno al banquillo. Una lesión le mantuvo alejado del equipo un buen puñado de semanas y de nuevo un revés físico le sacó del equipo cuando recuperó la titularidad de la mano del nuevo técnico, Alexander Medina, en el Santiago Bernabéu.
Ante el Real Madrid sólo aguantó 11 minutos sobre el césped. En estos momentos, con Raúl Fernández lesionado, Ferreira se mantendrá en el once, pero está por ver qué decisión toma Medina cuando tenga a sus dos porteros disponibles. Lo que no ha cambiado es la sensación de inseguridad y el océano de dudas que han generado tanto uno como otro con sus actuaciones en este primer tramo de temporada.
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