La permanencia, sellada

El Girona tiene garantizada una temporada más en Primera División. Esta afirmación, aunque todavía no sea matemática, es virtualmente una realidad. El Girona está en uno de los mejores momentos de la temporada, aspira a sumar 53 puntos y superar al mejor Girona de la historia y, tras la victoria contundente ante el Real Madrid, el club está en una nube. Ha llegado la recompensa a un trabajo que comanda Míchel desde que cogió al equipo en Segunda. La plantilla es competitiva en todos los registros, dominando o sufriendo, por lo que nada hace pensar que no vaya a seguir sumando hasta final de temporada. Con once puntos de margen sobre el descenso, a la espera de lo que haga hoy el Valencia, la permanencia es cuestión de semanas.

Pero… ¿Qué pasaría en el peor de los escenarios posibles? Es decir, ¿Qué pasaría si el Girona perdiera todos los partidos de aquí a final de temporada? Es un escenario altísimamente improbable, prácticamente imposible, pero que puede suceder. En ese caso, más que probablemente, tampoco descendería. Desde hace 12 temporadas, de hecho, ningún equipo ha bajado con 41 puntos en el bolsillo. El último en hacerlo, en la 11-12 fue el Villarreal, que en la jornada 31 sumaba 32 puntos, más de quien marca hoy el descenso. El año anterior la permanencia estuvo todavía más cara: bajó el Depor con 43 puntos. Estos registros son, sin embargo, una anomalía estadística. En la gran mayoría de temporadas con 41 puntos ha bastado.

El Girona, de hecho, ya mira hacia arriba. El objetivo no es otro que acabar la temporada con el máximo número de puntos posibles y superar al Girona de Machín. En eso está el equipo. La gran celebración al término del partido ante el Real Madrid fue evidentemente por la excelente victoria ante los blancos, pero también por saberse en Primera un año más. Mantener la categoría era el objetivo número uno del equipo y lo han conseguido con siete jornadas de margen aunque no sea, todavía, matemático.