La otra lotería de Navidad
El Madrid sale poco al mercado de invierno pero, cuando lo hace, sus fichajes dan que hablar: Marcelo, Faubert, Reinier o Higuaín. Un historial irregular.
El Madrid lleva un lustro sin fichar en invierno. Y no es casualidad. No le gusta, no le tiende a salir bien. Hace tiempo se adoptó la decisión de que a esta ventana sólo se acude si hay una verdadera urgencia y, desde entonces, ni oír hablar de ella. Ver al club firmando en enero es como ver un cometa: pasa poco, pero cuando sucede, es un acontecimiento. Y da que hablar. Lo refuerza un historial con alguna que otra luz, pero especialmente sombras. Faubert, Reinier o Cassano encabezan la lista negra. Esa misma que confirma aquello de que cuando el club se asoma al mercado de invierno... es una lotería. La otra, de Navidad.
Ya han leído el nombre: Faubert. Y cómo olvidarlo. Enero de 2009, Juande Ramos en el banquillo y de repente... 1,5 millones al West Ham por su cesión. Nadie lo entendió. Su representante, Yvan Le Mée, explicó tiempo después la intrahistoria: “El último día, de aquel mercado, el Madrid quería fichar a Antonio Valencia, pero no se pusieron de acuerdo y...”. Y llegó Faubert, un jugador del que Damien Comolli, antiguo director deportivo del Tottenham, había hablado bien a Juande. Fichado. Reforzó al Madrid. O más bien, al banquillo del Madrid. Porque sólo disputó 54 minutos en seis meses. Su imagen dormido en La Cerámica es icónica.
Cassano y el “se vive demasiado bien”
Y a partir de ahí, cualquier historia de un fichaje invernal queda eclipsada. Pero hay más. Como Cassano. Enero de 2006 y previo pago de 5,5 millones. ¿Resultado? Llegó lesionado y con algunos kilos de más. “Cuando llegué a España estaba bien. Me tomé esa aventura con entusiasmo... pero pasados tres meses, quería volver, porque allí se vive demasiado bien para ser futbolista. La cuestión es: o eres profesional o no. Y opté por la segunda. ¡Es que allí se lleva una vida demasiado buena! ¡Soy sincero, digo la verdad! Se duerme poco. Yo no tenía sueño, porque había muchas mujeres guapas”, dijo en una entrevista con RAI. Duró dos temporadas, en las que jugó 29 partidos y marcó cuatro goles. Para acabar saliendo gratis a la Sampdoria.
Reinier, 30 millones
Un fiasco, pero leve en lo económico... si se compara con Reinier. Uno de los mayores patinazos de la historia del club en invierno: se pagaron 30 millones de euros y, cinco años después, todavía no ha disputado un solo minuto con el primer equipo. Ni uno. Este curso se encuentra cedido en el Granada donde está disfrutando de minutos, pero aún no ha visto puerta, ni tampoco dado una sola asistencia. Acaba contrato con el Real Madrid en 2026, por lo que este verano será determinante: renovación o venta. Él, pese a todo, mantiene que su idea es convencer y quedarse. Lo tiene complicado.
Casos grises
Pero volvamos a la hemeroteca. Hay jugadores que, sin terminar de ser fiascos, no convencieron como se esperaba. Caso de Gago, por ejemplo: se pagó 18 millones por él (un dineral en la época, pues estamos hablando de 2006, el año en que el Atleti pagó 23 millones por Agüero, por ejemplo; rendimientos antónimos). En su mismo escalón están los Cicinho (tuvo unos buenos primeros meses, pero en su segunda temporada cayó en el ostracismo y salió por la puerta de atrás), Gravesen (primer fichaje invernal de Florentino Pérez) o Huntelaar (costó 20 millones en enero de 2009 y alternó demasiado grandes actuaciones, con días grises).
Se va suavizando la crítica: Diego López, Adebayor o Higuaín. El primero llegó a hacerse con la titularidad, aunque ya conocen el cómo y el qué. El segundo, Manolito cariñosamente, cumplió el tiempo que estuvo... hasta el punto que parte de la afición llegó a pedir que se hiciera efectiva su compra (estuvo cedido). Pero no sucedió. Y el tercero disputó 264 encuentros, anotando 121 goles y dando 56 asistencias, pero siempre le quedó ese escalón para ser un delantero que llevase a su equipo a ganar la Champions. Un paso más. Otros fichajes invernales fueron Lass, Ödegaard o Zé Roberto. Juzguen ustedes mismos.
Y una luz brillante
Pero también ha habido alguna luz. La más brillante, con diferencia, Marcelo: llegó en 2006, a cambio de seis millones. Apenas utilizado por Capello (seis partidos), creció con Schuster y Juande Ramos, que le colocó de extremo. Ahí explotó y se fue convirtiendo en titular, hasta terminar en historia del club. Alguna vez los fichajes de invierno han salido bien. Alguna. Pero la hemeroteca refuerza la decisión del Real Madrid: a día de hoy, no se planea hacer ningún fichaje en la próxima ventana de enero. Ni para el lateral derecho, ni para el central. De volver la competición y ver que el equipo es un desastre... quién sabe. Pero por ahora, nada. Porque en Chamartín piensan que el mercado invernal no tiende a salir bien. Es una lotería. La otra, de Navidad.