La nueva dimensión se come al Girona

El Girona parece que ha entrado en una fase (peligrosa) de desrealización. Hay un sector de la afición que se está mostrando excesivamente crítico con el momento del equipo de Míchel y es que no ha pasado página de lo vivido la pasada campaña. Aunque los números actuales no son malos. Todo lo contrario. Los rojiblancos suman 31 puntos, están a solo uno de Europa, y son séptimos.

Lo firmado la temporada pasada fue un “milagro”. Por ello se deben volver a tener los pies en el suelo. Y esta temporada, de momento, está siendo la segunda mejor de la historia en Primera. Se suman los mismos puntos (31) que la campaña 2017-18. Se han superado, por lo tanto, los 24 puntos que se llevaban a estas alturas la 2018-19 y los 27 de la 2022-23. El curso anterior, tras 22 jornadas, el bloque de Míchel volaba con 55 puntos, pero es que se trata de una cifra que ha sido incapaz de alcanzar hasta el líder de LaLiga, el Real Madrid (lleva 49).

Míchel, tras el partido contra Las Palmas (2-1), se lamentó de que sus jugadores apenas celebraron la victoria. Y Quique Cárcel, el pasado miércoles, incidió en que “la realidad es muy bonita y creo que no se está disfrutando del todo”. Mensajes que no deberían corresponder con la realidad de un Girona que no puede perder perspectiva. El camino del club está siendo diferente al del curso pasado, claro, pero se vuelve a tener en el horizonte la clasificación para Europa. Vuelve a ser el objetivo y sería de nuevo un éxito rotundo para un club que está viviendo, solo, su quinta temporada de la historia en Primera División.

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