La medular del Barça, bajo mínimos

La lesión de Frenkie de Jong, que estará entre cinco y siete semanas de baja por su lesión en el tobillo derecho, agrió la remontada del Barça ante el Celta. El tsunami de los goles de Lewandowski y Cancelo se lo llevó todo por delante el sábado por la tarde, pero ya a última hora de la noche, el vestuario fue consciente de cuánto se pierde sin el holandés, uno de los capitanes y un jugador capital en la actual estructura del Barça. Más si se advierte que otro de los creadores, Pedri, está lesionado y acumula casi 350 días de baja en las tres últimas temporadas, por lo que hay que ir con pies de plomo

A estas horas, y cuatro partidos antes del parón (Mallorca, Sevilla, Oporto y Granada), el Barça sólo tiene tres centrocampistas puros: Oriol Romeu, Gavi y Gündogan. Xavi, acostumbrado toda la temporada a jugar con cuatro centrocampistas (a los lesionados de ahora se añadía Kessié), está obligado a implementar soluciones. Aunque no sean del nivel de Frenkie de Jong o Pedri, las tiene. Sergi Roberto se inició como centrocampista y puede actuar prácticamente en todas las posiciones del cuadrado que ha hecho famoso Xavi en Can Barça. El curso pasado, hasta le marcó al Madrid en la Liga jugando en esa posición. El capitán será ese comodín necesario en una plantilla cuando llegan las lesiones.

Hay más opciones. Fermín López fue una de las sensaciones de la temporada, especialmente después de su golazo contra el Real Madrid. “Veo cosas que me gustan de él; quedarse depende de él”, dijo Xavi después del Clásico de Arlington. El mediapunta de El Campillo, 20 años, que impresionó incluso a compañeros como Pedri o Gavi, que hizo de cicerone de su paisano andaluz, tiene una gran oportunidad de hacerse un hueco en el equipo.

Xavi, además, ya probó una de las opciones en el partido contra el Celta. João Cancelo conoce el oficio porque ya actuó en esa posición con Guardiola en el Manchester City y sabe, en teoría, el manual táctico, aunque es un jugador con un perfil algo anárquico, capaz de jugar con precisión a dos toques, filtrar pases y llegar muy arriba. Pero también de perder balones que pueden resultar fatales para un equipo que se descubre tanto como el Barça.