La manta del Pucela tenía un agujero
Lo peor no es la derrota, sino la cara de tonto que se te queda. Ese es el sentimiento blanquivioleta, el de los que llevamos mucho tiempo pegados a este club que sabíamos lo que iba a pasar cuando Kang In Lee se preparaba para poner el centro a falta de 20 segundos para el final del partido, que el Mallorca se iba a llevar el encuentro. Son los intangibles que van unidos al Real Valladolid. Porque por mucha fe que tengas, por mucho que el equipo trabaje, llega un momento en el que el corazón blanquivioleta sabe qué pasará y, casi siempre, es malo. Ojalá sirviera para detectar cuando va a tocar el sorteo de la Lotería de Navidad, pero no... para eso no sirve.
El Real Valladolid hizo un partido mediocre, pero no mereció perder. Los pucelanos tuvieron más balón (58%), más control, pero menos ocasiones, pocas en todo el encuentro. Sólo el disparo de Kike al larguero nos levantó del asiento. El resto del encuentro fue muy plano, con mucho centrocampismo, pero sin peligro. Los blanquivioletas han echado la manta para atrás y ya se sabe. El equipo defiende mejor, pero le cuesta mucho alcanzar el área contraria porque no va sobrado de talento y los que tienen que ponerlo no lo lucieron. De hecho, en cuatro de los últimos cinco partidos no ha marcado y ha perdido. Problemas. Y más si la manta tiene un agujero.
Ya en la retransmisión de la Cadena Ser explicaba que me preocupaban una serie de faltas que estaba haciendo el equipo. Son infracciones innecesarias que podían darle la llave de la victoria a un Mallorca que no estaba muy fino tampoco. Por eso me fastidió, sobre manera, la última de Kenedy ante Maffeo. Le dabas a los baleares, al coreano Lee, la opción de lucirse y lo hizo. Puso un centro perfecto, ante la mala defensa de la jugada pucelana, y Abdón Prat, ese jugador que ha hecho de saber estar en el momento preciso en el lugar adecuado, su principal virtud. Se nos quedó cara de tontos. No por esperado, duele menos o cantado por Andrés Calamaro: “Es horrible, pero era previsible”
Total que el Pucela en los tres últimos partidos de Liga ha encajado seis goles, no ha marcado ni uno y tampoco ha sumado. 0 puntos de 9 que hacen que la tranquilidad ganada tras el encuentro ante el Elche haya desaparecido. Los blanquivioletas se han estancado en los 17 puntos y no parecen encontrar el camino de regreso a la victoria. No ayuda el ambiente reinante alrededor del club. La resaca del partido de Real Madrid está durando demasiado entre declaraciones, sanciones y una división creciente. Es necesario volver a pensar sólo en fútbol. Ahí saldrá ganando el Real Valladolid.