La lotería del Granada: un portero, Bruno Méndez, otro central, Arezo… y un milagro
El Granada pone el cerco sobre el central uruguayo Bruno Méndez y busca un portero porque lo que tiene no convence. Puede que haya salidas en la plantilla.
El Granada pone toda la carne en asador con el próximo mercado de invierno que se abre el 2 de enero de 2024. La bochornosa derrota ante el Sevilla (0-3) mantiene al equipo penúltimo en la clasificación con ocho penosos puntos y la sensación de hundimiento imparable y malestar de una afición que lleva tiempo manifestado su disconformidad con la gestión de los propietarios para con el club que está haciendo la peor de sus 27 temporadas en Primera División.
El estado de depresión que vive el equipo es evidente. 15 jornadas sin ganar son muchas. Y, sobre todo sensación de impotencia, de que no hay remedio ni solución y de que es muy complicado compensar una planificación deficiente. El mercado invernal es el clavo ardiendo al que se agarran todos aquellos que han hecho mal las cosas en verano. Pero no es sencillo. Hacen falta dos cosas: o dinero para fichar a los jugadores necesarios que uno desea, o acierto para apostar por aquellos suplentes interesantes en otros clubes que deseen un cambio. El Granada no lo tiene sencillo.
Bruno Méndez en la recámara
Ideal adelantó hace unos días el interés del Granada en fichar a Bruno Méndez y que As ha podido constatar. Es un central uruguayo que termina contrato en el Corinthians de Sao Paulo a finales de año. Queda libre y se da la circunstancia de que coincidió con Alexander Medina en el Internacional de Porto Alegre.
Otro central del agrado de Matteo Tognozzi, director deportivo de la entidad es Dean Huijsen. Nacido en Amsterdam, se forjó en la cantera del Málaga y a sus 18 años juega en la Juventus con quien ha renovado su contrato hasta 2027. Tognozzi le siguió hace unos años durante etapa como scouting de la ‘Vecchia SIgnora’. Otra posibilidad.
El debate de la portería
El Granada también planea la posibilidad de buscar un portero. Las lesiones de Raúl Fernández y las dudas que está dejando André Ferreira con motivo para alentar este rastreo. Son 40 goles encajados, solo dos menos que el Almería. Los movimientos en defensa, visto lo visto, son necesarios, pero es posible que se queden cortos. De los dos centrales antes mencionados, vendría bien que uno de los dos tuviera capacidad para ejercer como mediocentro. O eso, o traer del tirón a un especialista en el centro del campo como perro de presa. Quien más quien menos echa de menos ‘un Bodiger’.
Las entradas conllevan salidas. Y el Granada tiene jugadores que no entran en los esquemas de los técnicos. Alberto Perea es uno de ellos. Hay varios equipos de Segunda pendientes de la situación de un regateador de seda que no parece convencer a Medina.
Luego están los casos de Weissman y Famara, dos delanteros con escaso o negativo protagonismo y que costaron cuatro millones de euros entre los dos (3,5 ‘kilos’ el israelí 500.000 euros el senegalés). Si llegaran propuestas se valorarían. Entonces, el Granada tendría que buscar atacantes. No va a ser fácil corregir los errores de una planificación deficiente a golpe de un talonario que no parece que se pueda emplear.
La llegada que parece clara es la de Matías Arezo, ‘el chico maravilla’ que termina su cesión en el Peñarol el último día del año y regresa con 22 goles anotados en este año. Segundo mejor anotador uruguayo.
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