La Liga empieza a poner al Valencia en su sitio
La Liga empieza a poner al Valencia en su sitio, a ese lugar anodino y pernicioso al que le ha llevado Peter Lim. Semana de 9 puntos, de las que sacan a relucir qué equipo tiene fondo de armario y cuál se planificó de aquella manera, y el Valencia solo ha podido sumar uno, el del empate en Almería, el colista. La Real Sociedad le demostró que el oficio puede al ímpetu y el Real Betis simplemente le pasó por encima. El Valencia está tan lejos hoy en día de los donostiarras y los béticos como de su propia historia por obra y capricho de Lim.
La Quinta del Pipo no tiene la culpa, bastante mérito tienen los 10 puntos que llevan, aunque tampoco es bueno que se acostumbren a que los males de Lim sean su excusa perenne y de ahí que Baraja quisiera ser crítico hacia ellos tras el partido. Pero estoy seguro de que Baraja es el primero que sabe que lo del Villamarín es lo normal más allá de los errores a balón parado, porque se enfrentaba un equipo que compite por Europa contra otro que tiene su campo base en la 2º RFEF.
Si Baraja exigía que desde el club alguien dejara claro el objetivo de la permanencia era precisamente para ser conscientes de por qué se pelea cada partido. Y porque los altibajos, más los bajos que los altos, van a ser la tónica de la temporada. Así que quedan 32 puntos para la permanencia. Sudor y lágrimas. Los chavales tienen que seguir, olvidándose cuanto antes de su quiero y no puedo de Sevilla, centrándose desde ya en preparar el partido del Mallorca con los que son y los que estarán. Y sí, es un “honor y un orgullo poder ver a tantos chicos jóvenes jugando con el primer equipo”, como dijo Javier Solís, aunque al director corporativo se le olvidó decir que participan ‘a peso’ por necesidad, imposición e inacción.