La hija del afectado: “Dentro del estadio nadie me dijo cómo estaba”
La aficionado relató lo ocurrido en esa angustiosa hora en la que su padre sufrió un infarto. Los servicios médicos consiguieron salvarle la vida.
El Nuevo Mirandilla vivió uno de los peores momentos que se recuerda en los últimos años el pasado sábado. Cuando el duelo ya pasaba del minuto 80, un aficionado del Fondo Sur sufrió un infarto que sólo la rápida actuación de los servicios médicos y la lucha titánica del afectado impidió que acabase de la peor manera posible. El partido, mientras, detenido y con los jugadores visiblemente afectados.
“Anoche no fui capaz de dormir. Jamás olvidaré lo que pasó en el estadio”, afirmó la hija del aficionado afectado a Diario de Cádiz. La mujer relata al periódico los angustiosos momentos que vivió junto a su padre, quien luchó por su vida cerca de una hora. “Yo estaba sentada junto a mi padre, comentando el partido, con normalidad, cuando de repente noto que me tocan el hombro. Era un aficionado que me avisaba que mi padre había dejado caer la cabeza hacia un lado. Me levanté y comprobé lo que, en efecto, le estaba pasando”, recordó.
Fue en ese momento cuando los nervios y el miedo se apoderaron de la mujer y de la grada. La hija del afectado sólo pudo pedir auxilio. “Me volví loca, empecé a correr por la grada y sólo hacía gritar: ¡Mi padre, mi padre!”, explica aún con la voz temblorosa.
El lógico estado de nervios de la mujer obligó a los servicios médicos a apartar a la cadista para no interrumpir las maniobras de reanimación. “Mi primo, que sí se mantuvo junto a mi padre, es el que venía grada arriba y grada abajo para ir diciéndome, pero yo no hacía más que preguntar a todo el que se acercaba si mi padre seguía vivo”, apunta. Además, la aficionada señaló que no obtuvo información sobre el estado de su padre en esa angustiosa hora en Mirandilla: “Dentro del estadio nadie me dijo si estaba mejor o peor, si le hacían masajes cardíacos o lo que fuera, si respondía a la reanimación... Yo tenía un ataque de ansiedad y tampoco prestaba demasiada atención. Toda mi obsesión era preguntar si mi padre seguía vivo”.
Con el susto ya más lejano, Silvia expresó su más profundo agradecimiento “a todos” por el trato que recibió su padre y comenta que “dentro de la gravedad, ahora mismo se encuentra estable. Hemos podido entrar a la UCI e incluso hemos hablado con él porque está consciente. Pero los médicos nos insisten en que todavía no está fuera de peligro”.