La gota malaya de la enfermería
La mitad de los jugadores de Diego Martínez (15) con ficha del primer equipo han tenido problemas musculares esta campaña que le han impedido jugar varios encuentros de Liga.
Ronaël Pierre-Gabriel fue el último, tendido con las manos en la cabeza sobre el césped del Bernabéu cuando apenas llevaba 15 minutos en el campo. Ocurrió el pasado sábado. El lateral francés, que ha llegado solo para estos meses de la segunda vuelta, deberá esperar la evolución de la lesión muscular que avanzó el club para saber cuándo podrá jugar, pero este fin de semana no estará ante el Celta y puede permanecer de baja alrededor de diez días. Es el decimoquinto futbolista que ha sufrido lesiones de los 28 que han tenido ficha del primer equipo durante todo el curso.
La línea más castigada ha sido sin ninguna duda la defensa. Hasta ocho futbolistas han pasado por la enfermería, que ha recibido lesionados como una gota malaya. Óscar Gil estuvo 28 días sin jugar donde se perdió dos jornadas por unas molestias entre las jornadas 6 y 7, cuando Fernando Calero tuvo que ocupar su puesto como improvisado lateral derecho. El propio central de Valladolid ha ido encadenando problemas físicos, algunos que le impidieron acabar partidos como ante la Real Sociedad, el último que jugó hace ya un mes.
El cuarto lateral del curso, dejando a un lado a Gil, Pierre-Gabriel y Calero, es Rubén Sánchez, uno de los jugadores con una lesión de más larga duración. Hasta tres meses estuvo el canterano fuera de los terrenos de juego, lo que mermó, antes del inicio del mercado de invierno, la banda derecha. Sergi Gómez, expulsado en la jornada 2, tuvo problemas musculares según Diego Martínez en las siguientes jornadas que lo dejaron fuera la jornada 4. Se ha sumado también Brian Oliván, que sufrió una contusión ante el Valladolid que lo sacó del campo a los diez minutos y le impidió jugar en el Bernabéú aunque fue convocado. También César Montes se quedó fuera del equipo por una lesión en el abductor en las jornadas 21 y 22 al abandonar el encuentro ante Osasuna a los 39 minutos.
Un caso distinto es el de Adrià Pedrosa, que no juega desde abril de 2022 después de arrastrar una lesión de pubalgia con una operación en agosto. Su situación es la más preocupante de la plantilla, que también ha perdido por un largo tiempo a Keidi Bare, que no juega desde diciembre y quien avanza en su recuperación. En el mismo grupo se une Pol Lozano, ahora cedido en el Granada, pero inadvertido en el primer tramo de curso. Apenas jugó 13 minutos, con “muy pocos entrenamientos con el equipo”, como destacó Diego Martínez.
En la zona de ataque también han pasado por la enfermería hasta cinco jugadores. Javi Puado empezó el curso lesionado, al igual que un Raúl de Tomás traspasado al Rayo Vallecano en septiembre pero que tampoco estaba con el grupo por unas “molestias” como publicó el club perico en su momento. Su sustituto como goleador, Joselu Mato, también pasó por la enfermería: se perdieron las jornadas 20, 21 y 22 y repareció con unos minutos en la 23. Le siguen también José Carlos Lazo y Dani Gómez, quienes también han sufrido lesiones.