La ‘fórmula Real Madrid’ no se toca
Conservar una opción de recuperar a jugadores se ha vuelto un innegociable. Lo habitual es mantener el 50% de los derechos, pero hay más caminos. Todos se están repitiendo este verano


Nadie se va, yéndose del todo. Es una frase que podría pertenecer a un azucarillo de gasolinera. Tal vez, a una galleta de la fortuna. O incluso a una taza colorida. Pero es un lema en el Real Madrid. No hay hueco para todos, pero todos conservan un fino hilo que les une al Bernabéu. Lo más habitual es conservar el 50% de los derechos de un futbolista. Pero hay más caminos: opciones de recompra o derechos de tanteo. Algo, tiene que haber algo, que permita al club intervenir en un hipotético futuro. El mundo, a estas alturas, está repleto de productos de La Fábrica con letras pequeñas. Expandidos. Extendidos.
El modus operandi es transparente y se explica de manera sencilla con un caso: Fran García. Rebobine hasta 2021: estaba cedido en el Rayo Vallecano, pero con una opción de compra (2M€). Y en Vallecas la pagaron; contrato hasta 2025. Y adiós a Fran... ¿o hasta luego? Porque el Real Madrid lo traspasó, conservando el 50% de sus derechos. Es decir, como el jugador tenía una cláusula de 10M€ en Vallecas, el Madrid podría recuperarlo pagando 5M€. Sucedió lo que entonces parecía improbable: explotó, maravilló. Convenció. Y gracias a ese 50% ‘por si acaso’, volvió por 5M€.

El icónico 50%
Así se trabaja en el Bernabéu. Dejando ir, sin dejar ir del todo. Lo más habitual, ante un traspaso, es mantener el 50% de los derechos del futbolista. Porque tiende a ser lo más práctico. Por un lado, permite recuperarlo por la mitad de la que sea su cláusula −en la negociación se suele luchar por que esta no sea desorbitada− y por otro, ingresar la mitad de lo que un equipo pague por él, en un futuro. Un win-win.
Ejemplos: Jacobo Ramón será el próximo, poniendo rumbo al Como... pero conservándose el 50%. Si en un futuro se le quiere de vuelta, bastaría con abonar la mitad de su cláusula. En esa misma situación se encuentran Chust (Cádiz), Yusi (Alavés), Chema Andrés (Stuttgart), Arribas (Almería), Marvin (Las Palmas), Álvaro Rodríguez (Elche) o Latasa (Valladolid). Ese hilo que une a los futbolistas al Bernabéu, ellos lo tienen. Por si acaso.
El derechos de tanteo
Hay jugadores con los que se va más allá: por Gila y Antonio Blanco, por ejemplo, se conserva el 50% de los derechos, pero además, se firmó un derecho de tanteo. Tres palabras que también figuran en el contrato de Kubo. Y que son muy sencillas de explicar: si el club recibe una oferta por el futbolista, está obligado a descolgar el teléfono y llamar al Real Madrid, para avisar. Para que pueda contraofertar. Decidir lo que desee, pero siempre estar informado.

Y la opción de recompra
Y luego está la opción de recompra. A tocateja. Miguel Gutiérrez, por ejemplo, es uno de los más sonados en este sentido: podría regresar este mismo verano por 9M€. Está firmado en el contrato. Esto, a veces, se compagina con conservar el 50% de los derechos, como sucede con el propio Miguel... o con Víctor Muñoz, quien este verano ha hecho las maletas rumbo a Osasuna. Se ha marchado con opción de recompra. Como Obrador, al Benfica.

Modus operandi
Y hay más. Álex Jiménez, lateral derecho del Milan, se marchó traspasado... pero con opción de recompra: 9M€ este verano o 12M€ en 2026. Es una cuestión de guardarse un as bajo la manga. También sucedió con Rafa Marín: el Real Madrid ostenta una opción de recompra que ronda los 30M€. Siempre hay que mantener un hilo. Así trabaja el Real Madrid. Manteniendo, siempre, una posibilidad de recuperar a sus joyas en un hipotético futuro. Porque quién sabe. En resumen: nadie se va, yéndose del todo.
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