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La feliz mutación de Kirian

El 20 de Las Palmas completa un gran inicio de curso jugando como mediocentro. “Tiene que obligarse a jugar bien ahí”, insiste García Pimienta.

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La feliz mutación de Kirian
Carlos Diaz-Recio

De pronto, Las Palmas se encontró con una vía de agua en el puesto de pivote, el tan demandado mediocentro de posición, acaso una figura capital en el estilo de juego que tanto reclama García Pimienta para su equipo. No había dudas en cuanto a jugadores, pues los despachos y cuerpo técnico de la entidad grancanaria mostraban plena confianza en Nuke Mfulu y Fabio González.

Sin embargo, ni que fueran piezas del mismo dominó, los dos cayeron para dejar huérfana dicha posición. Ocurrió que Mfulu se contagió de malaria durante un compromiso estival con la selección del Congo, lo cual retrasó su incorporación a la actividad del equipo en plenas facultades. De hecho, ni jugó durante la pretemporada. Fabio si partía como uno más, pues inició la preparación estival en plenas condiciones tras aquella canallada de Guridi que le obligó a marcharse en pleno partido contra el Alavés, aquel que decidió el ascenso de Las Palmas. Sin embargo, el canterano recayó durante el amistoso de Marbella contra el Almería. Su baja va para largo, e incluso renunció a su ficha hasta el mercado invernal.

Fabio abandonó el partido contra el Alavés entre lágrimas tras aquella entrada de Guridi que sigue pagando.
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Fabio abandonó el partido contra el Alavés entre lágrimas tras aquella entrada de Guridi que sigue pagando. Carlos Diaz-Recio

Tocaba, pues, reinventarse. Hubo que hacer un casting entre los futbolistas de la plantilla con aptitudes para hacerse con un puesto tan delicado, y el ganador del proceso de selección no fue otro que Kirian Rodríguez. Justo un año después de anunciar que sufría un linfoma de Hodgkin, el 20 de Las Palmas inició el curso mejor incluso de cómo acabó el anterior, tan decisivo como el que más en ese salto a Primera División.

Independientemente de quien formara también en el centro del campo en estos tres primeros partidos, lo mismo da que fuera Enzo Loiodice que Javi Muñoz o Jonathan Viera, Kirian se elevó imponente como ancla, completando así una feliz mutación a un puesto que tampoco es que le fuera del todo desconocido. Y en el que, si se empeña, hasta podría tener un largo recorrido. “Es tan bueno que puede jugar tanto de pivote defensivo como de interior. Tiene que obligarse a jugar bien ahí (pivote), pues cuenta con capacidad de sobra para ello”, aseguraba su entrenador el pasado viernes.

Siempre titular, sustituido también ante Mallorca, Valencia y Real Sociedad, el futbolista tinerfeño recuperó 16 balones, ocho de ellos el pasado viernes. Pese a los riesgos de jugar en el vértice del centro del campo, haciendo de la colocación una virtud y de su inteligencia otra baza a su favor, apenas ha cometido dos faltas, mostrando así un aprendizaje de lo más efectivo.

Efectividad.

De su pericia a la hora de darle sentido al juego y la exquisitez con la que trata al cuero no se tenían dudas. Con el balón en los pies todo surge con pausa y naturalidad. Que se espere la prisa. Por ahora ha completado 226 pases, con los 94 ante el Mallorca como tope, teniendo 200 de ellos el resultado deseado. La sencillez por bandera especialmente en campo propio, nada de asumir detrás los riesgos con los que delante va tan sobrado, con una efectividad del 93,44%. En campo del rival, cada día más vigilado, conscientes los rivales de que el peligro amarillo anda suelto, ha intentado 104 entregas a sus compañeros, 82,69 finalizando de manera satisfactoria.

Polivalente siempre, no se atisba una UD Las Palmas sin Kirian, el “mago” al que tanto admiran sus propios compañeros. De momento se mantiene firme como pivote, completando así una mutación de lo más feliz. A falta de victorias, los brotes verdes de su equipo empiezan en la figura del 20.