La explicación de la no mano de Busquets: Koundé fue clave

Las manos son el pan de cada jornada. La última que ha levantado una gran polvareda ha sido la de Busquets en el minuto 90 del Barcelona-Atlético. El brazo estaba en clara posición antinatural, pero Sánchez Martínez tuvo sus motivos para no señalar la pena máxima ni el VAR en corregirle. Las razones están en el reglamento, pero la complejidad de la jugada hace que genere un gran debate y dudas al respecto.

La decisión del árbitro y del VAR se da por acertada porque cumple una de las premisas para que no se considere punible. El inicio de la acción se da con un balón jugado por Koundé con la cabeza para despejar, rebota en Giménez y posteriormente impacta en la mano de Busquets, que puso en peligro al Barcelona al saltar con el brazo en posición antinatural. Ahora bien, la clave no está en la altura del brazo (que hubiera acabado en penalti en otra situación), sino en otro matiz: Koundé jugó previamente el balón.

En las directrices arbitrales, que recibieron tanto los propios colegiados como los propios clubes y jugadores a principio de temporada, se comunica qué salvedades existen para no señalar mano. Una de ellas es ajustable a la decisión de ayer de Sánchez Martínez. “No se considera infracción si el balón proviene directamente del despeje del compañero y el balón llega inesperadamente a otro defensor, impactándole en la mano o brazo”, refleja la circular. Justo lo que sucedió en el Barcelona-Atlético. Despeje de Koundé que juega el balón y llega de manera inesperada a Busquets tras rebotar en Giménez. Una directriz que no es exclusiva en España, sino que tanto instituciones como UEFA y FIFA están insistiendo en los últimos años que esas acciones no sean sancionadas.