La experiencia es un grado

En la confección de la plantilla del Girona este verano se conjugaron hombres con experiencia en Primera con jóvenes promesas por explotar. Llegaron Riquelme o Miguel, jugadores que habían pisado el élite de forma testimonial, pero también otros con una dilatada experiencia en la máxima categoría como David López. Un cóctel balanceado, que debería aportar todo lo que necesita el equipo para mantenerse en Primera, principal objetivo de los de Míchel. Las lesiones, sin embargo, han castigado en este inicio de curso a los hombres con más experiencia y habían dejado a Míchel un equipo con pocos partidos en la élite. Hasta ahora.

De los once futbolistas que saltaron como titulares ante el Cádiz cuatro nunca habían jugado en Primera hasta esta temporada: Santi Bueno, Javi Hernández, Arnau y Taty Castellanos. Además, dos de ellos lo habían hecho de  forma testimonial. Riquelme solo sumó 12 minutos con el Atlético de Madrid mientras que Miguel acumulaba nueve partidos, no completos, con el Real Madrid. Oriol Romeu, con 14 encuentros, fue el siguiente en la lista.

Pero no todos los jugadores que fueron titulares ante el Cádiz tenían tan poca experiencia. Juan Carlos, siempre antes de esta temporada, sumaba 53 partidos, Aleix Garcia 63 y Yangel Herrera 100. Bernardo, el más experimentado, 133. Sin embargo, estos números están muy lejos de los dos jugadores que Míchel ya ha recuperado: David López y Stuani.

El mediocentro catalán atesora 181 encuentros en la máxima categoría y, aunque no jugó todavía, ya se sentó en el banquillo. Fue titular, y una pieza clave, en el inicio de curso del Girona. De hecho, es probable que retorne al once titular una vez coja el ritmo de sus compañeros. Y el otro es Cristhian Stuani. Ya jugó, y  marcó, ante el Cádiz. Son 230 partidos en Primera para el delantero uruguayo con unas cifras goleadoras de escándalo (sobre todo en Girona). Entre ambos suman 411 partidos en la élite. El once titular ante el Cádiz 373.