La estrategia de Flick con Ter Stegen

La presencia de Marc André Ter Stegen fue la gran sorpresa en el partido de Copa del martes ante el Guadalajara (0-2). Quien más o quien menos dentro del vestuario daba por seguro que sería el polaco Wojciech Szczesny el escogido por Hansi Flick. Sin embargo, el técnico alemán acabó decantándose por su compatriota, tras hablar con los dos protagonistas en las horas previas.

En AS hemos podido conocer los entresijos de esa decisión que dejó a la mayoría con el pie cambiado. Para empezar, Flick era muy consciente que tenía una patata caliente entre las manos. De ahí, que no quería ningún reproche por parte del primer capitán, en principio una de las voces más autorizadas del vestuario. El técnico alemán sabía que tenía que brindar, más pronto que tarde, una oportunidad a Ter Stegen tras la lesión. Mirando el calendario de las próximas semanas, el partido de Copa se presentaba como el ideal. En ningún caso iba a ser en LaLiga o en la Champions, donde Joan García en el ‘número uno’, mientras que en la Supercopa de España tampoco parece que vaya a haber cambios radicales en la portería, por lo que el escenario planteado era ahora o nunca.

Dándole la titularidad a Ter Stegen, Flick esquivaba la primera bala. Pero aún faltaba una segunda para completar la jugada maestra: demostrar a todo el mundo que el portero alemán está totalmente recuperado de su lesión en las lumbares, que le obligó a pasar por el quirófano y estar cuatro meses de baja. Y aquí volvió a salir ganador Flick: la actuación del portero fue más que satisfactoria, con intervenciones de mérito, sobre todo una a un fuerte remate de Mendes.

El técnico alemán ha conseguido demostrar que Ter Stegen está totalmente recuperado y que puede jugar en cualquier club de élite. Si finalmente no le hubiera dado esa oportunidad, cualquiera que hubiera llamado a la puerta este invierno, hubiera tenido serias dudas sobre el verdadero estado de Marc André.

Con estas dos premisas bajo control, había que solucionar la tercera: dejar claro a Ter Stegen que se trataba de una decisión puntual y que en ningún caso iba a ser el portero oficial de la Copa. Así se lo manifestó el propio Flick en la conversación previa que mantuvieron. De hecho, el técnico alemán le recordó que si Wojciech Szczesny no hubiera sufrido un proceso vírico en los últimos días, la decisión hubiera estado mucho más abierta. De esta forma, Flick conseguía evitar posibles malas caras en el caso de que en la siguiente eliminatoria, que se jugará a principios de enero, el elegido sea el guardameta polaco, a la vez que evitaba que Ter Stegen echase las campanas al vuelo, creyéndose ya el segundo portero de la plantilla.

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