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“La espera se ha hecho eterna”

Los hermanos Williams, Iñaki y Nico, celebran con AS la llegada de la ansiada Copa a Bilbao 40 años después y recuerdan el paseo glorioso en la gabarra.

Los Williams, con la Copa
Los Williams, con la CopaAIOLDiarioAS

Los hermanos Williams han cogido el relevo de los Salinas con un gran título en Bilbao. Tienen enorme complicidad y se nota en el campo y fuera. AS reúne a los ‘cracks’ del Athletic en San Mamés, el estadio en el que son aclamados, junto a la ansiada Copa que levantaron hace tres semanas. Esta ha dejado en segundo plano estos días en la capital vizcaína al mismísimo museo Guggenheim. Descansa esplendorosa en un pedestal en una esquina de San Mamés y cada jornada reúne a miles de aficionados del Athletic para inmortalizarse junto al trofeo. Sacarla de ahí es una labor casi más compleja que robar el Banco de España. AS lo logró. Reunió a las tres figuras más importantes de la afición rojiblanca, el preciado galardón y los hermanos Williams. Podría completar la escena una embarcación icónica. A unos metros, junto a la ría, reposa la gabarra tras una jornada hace muy poco de absoluto ajetreo. La gente pide más, que la plataforma surque el Nervión dentro de poco y no descanse en su lecho seco durante 40 años, como la última vez. Iñaki (Bilbao, 29 años) y Nico (Pamplona, 21 años) van a poner todo de su parte para que así sea. “Para entonces tendría 70 años!”, lanza con su gracejo habitual el hermano mayor, el mismo que ha apadrinado un lema que ha dado suerte al grupo: buscar el éxito ‘a lo bajini’, sin levantar mucho la voz para no darse el trompazo de costumbre. “Nos lo vamos a quedar, siempre nos ha ido bien e iremos con él hasta la muerte”.

El punto logrado el viernes contra el Granada parecía insuficiente, pero tras la derrota del Atlético en Vitoria, vale su peso en oro.

Iñaki Williams: Ahora tenemos la baza de un partido directo para la Champions. Es un sueño que se puede hacer realidad si logramos asaltar el Metropolitano. Una circunstancia que parecía que no se iba a dar por los dos pinchazos en casa ante Villarreal y Granada. Tenemos muchas ganas de que llegue ese partido y vamos a ir a allí morir.

Nico Williams: Estamos en la pelea. No tuvimos ese punto de acierto necesario contra el Granada. A ver si podemos asaltar el Metropolitano y llevarnos los tres puntos, que sería lo importante.

En estos dos últimos partidos la gente ha acabado indignada con la actuación arbitral.

I. W.: Te sientes condicionado por decisiones arbitrales, aunque es verdad que podríamos haber hecho más para ganar los partidos. Ves que en otros encuentros no se pitan manos que parecen más claras que las del otro día ante el Villarreal y te preguntas cuáles son y cuáles no. Es una regla que no está quedando clara para los jugadores y los aficionados, ni para ellos mismos tampoco. En unas pitan manos y en otras, no. Tiene que haber un punto de coincidencia y que todos lo tengamos claro.

Ahora llega el Atlético, le tienen tomada la medida: tres partidos y todo victorias...

N. W.: Es un gran equipo, que está peleando siempre por Champions. Hace poco estuvo luchando por las semifinales contra el Borussia Dortmund. Será un partido difícil e igualado. Si ponemos en el verde nuestras bazas, intentaremos sacar los tres puntos.

I. W.: Es un equipo de talla mundial, con gente como Griezmann, al que hay que tratar de parar de la mejor manera.

“Todo jugador quiere estar en la Champions, escuchar esa musiquilla... Ahora queremos cumplir otro sueño, jugar contra los más grandes”

Nico Williams

La Champions es el nuevo reto, una forma de redondear un grandísimo año.

I. W.: Hemos cumplido el sueño del equipo y de todos los athleticzales, ganar esa ansiada Copa después de 40 y poder vivir lo que siempre nos habían contado, ese día magnífico de la gabarra. Pero no nos ponemos metas. Estamos a tres puntos de la Champions, dependemos de nosotros mismos. Toca seguir haciendo lo de todo el año, aunque es cierto que las celebraciones tras la gabarra nos han pasado factura. Pero el equipo está con fuerza, hemos descansado, limpiado la cabeza y cargado las pilas. Está olvidado que somos campeones de Copa, entre comillas, y ahora podemos cumplir otro reto, saborear la Champions League.

N. W.: Es la primera vez que voy a jugar competiciones europeas. Sería bonito estar en la final de la Europa League en San Mamés en 2025. Pero todo jugador quiere estar en la Champions, que lleguen aquí grandes equipos, escuchar esa musiquilla... Ahora queremos cumplir otro sueño, jugar contra los más grandes. Tenemos ganas de ver cómo son los equipos y yo, de enfrentarme a ellos.

¿De quién se acordaron al levantar la Copa o tras el gol de Berenguer en los penaltis?

I. W.: Pensé: todas las heridas se han curado. Son muchas finales perdidas, todas decepcionantes. Para mí era la cuarta. Se veía en la atmósfera que el Athletic iba a ser campeón, pero había un rival muy duro, un Mallorca que encima se puso en ventaja. En la grada empezaron a asomar fantasmas del pasado. Con convicción y siendo un martillo, pudimos darle la vuelta. Me acordé de mis padres, mi novia, mis amigos.... todos los que han estado ahí apoyándome, sobre todo en los malos momentos. Y te vienen a la cabeza muchos excompañeros que han intentado hacer un Athletic campeón y no pudieron. También va por ellos. Son muchas decepciones y al final lo pudimos sacar adelante.

N. W.: Dos hermanos que venimos del barrio, de jugar en el jardín, el parque... y levantar un título, es increíble. Iñaki se lo merecía más que nadie. ¡Has sufrido mucho por todas las finales y tu trayectoria como futbolista lo merecía! Hemos conseguido traerla tras 40 largos años. Ojalá vengan más.

Si les llega a tocar tirar un penalti en la tanda ¿lo habrían hecho?

I. W.: No he fallado muchos, la verdad. Lo habíamos estado entrenando toda la semana. De hecho, si durante el tiempo reglamentario nos llegan a pitar alguno a favor, era el encargado de lanzarlo. Tenía muy claro por dónde lo iba a tirar. Había un gran portero delante como Greif, podía ser que me lo parase, pero tenía toda la convicción. Se vive mucho peor desde fuera que desde dentro. Estaba aterrado, solo rezaba para que ninguno de mis compañeros fallase. Los penaltis muchas veces son muy crueles. Pensaba en Iker, nuestro capitán, no quería que fallase, porque ni me imagino lo duro que tiene que ser perder una final en los penaltis.

N. W.: El míster me preguntó si quería tirar alguno, pero acabé reventado, no era el momento, seguro que otro lo haría mejor que yo.

“¡Por fin vivir en primera persona el paseo de la gabarra ha sido increíble! Hay que volver a sacarla”

Iñaki Williams

¿Con qué imagen se quedan del día de la gabarra?

N. W.: Con todas. Me impresionó absolutamente todo lo que pasó en esas horas. Nunca había visto Bilbao así. No se le acerca por ejemplo a la Supercopa ganada en 2015, en la que estuve animando a mi hermano y al resto del primer equipo. Fue impresionante. Me gustaría volver a vivirlo, fue un sentimiento especial. Vas por la calle y ves a tanta gente dándote las gracias... aún no entiendo muy bien por qué. Que disfruten de esta Copa.

I. W.: Se me pone la piel de gallina sólo con pensar en ese momento. Espero que estas generaciones no tengan que esperar tanto para volver a vivir esto. Hay que volver a sacarla. La espera se ha hecho eterna para muchas generaciones que hemos disfrutado solo con lo que nos contaban los mayores. ¡Por fin vivirlo en primera persona ha sido increíble! Te podías imaginar que podía haber mucha gente, pero jamás tanta. Poder hacer feliz a tantos no tiene palabras. ¡Ojalá mis hijos puedan vivir esto!

¿Qué culpa tiene Valverde en este éxito? En La Cartuja empezó escucharse su nombre a coro...

I. W.: Para mí, toda, es el líder, el que ha dado con la tecla con este equipo, ha sabido sacar la mejor versión de todos los jugadores y gestionar los cambios, la subida de los jugadores del filial, los minutos.... Es el artífice de todo esto, se lo merece más que nadie. Este reconocimiento de la Copa le va a poner como uno de los mejores entrenadores del Athletic en la historia. Se lo merece. Nos repite que le hacemos caso en todo lo que dice, pero es que lo que nos traslada lo hace con mucho sentido. Estamos orgullosos de que sea nuestro entrenador. Que pueda seguir muchos años con este proyecto es muy necesario para el Athletic.

N. W.: Opino lo mismo. Me ha hecho dar un salto de calidad en cuanto a juego. Siempre está muy pendiente de mí, me corrige, aunque no me gusta mucho que lo hagan (risas). Estoy muy contento con él y espero que siga en el Athletic.

“Pensé: todas las heridas se han curado. Son muchas finales perdidas, todas decepcionantes”

Iñaki Williams

Ahora, a redondear el año con la Eurocopa, Nico. y tal vez luego lleguen los Juegos Olímpicos.

N. W.: Estaría bien. Primero, a ir convocado si el míster lo considera oportuno. Luego, a hacer un buen papel y si se puede ganar esa Eurocopa, sería increíble. Si me toca ir a los Juegos, voy a intentar hacerlo bien y disfrutar lo máximo.

Iñaki, al pequeño hay que ponerlo en su sitio a veces... Lo digo por la acalorada discusión que se vio hace unos días, tras jugar ante el Alavés.

I. W.: Durante toda la vida hemos estado así. Siempre nuestra madre está dándonos collejas. ¡Si no tengo este tipo de discusiones con mi hermano con quién las voy a tener! Dicen que la confianza da asco. Encima es el pequeño, muchas veces le toca tragar. Somos muy competitivos y queremos hacerlo lo mejor posible. Él me pedía un balón y yo, otro. Y eso que habíamos ganado, se nos fue un poco de las manos, la madre nos echó la bronca y no se volverá a repetir, eso espero.

Nico vuela libre, ya no es ‘el hermano de Iñaki’.

N. W.: Siempre he estado orgulloso de ser hermano de este (risas). Me ha allanado mucho el camino, también a otros africanos y extranjeros que han venido a jugar aquí. Es la luz que ha iluminado la senda de todos nosotros. A partir de ahí, me encargo de crecer, de intentar dejar mi legado y admirar el suyo, que es muy grande. Ya dije tras ganar la Copa que quiero disfrutar, estoy tranquilo y me quedan muchos años aquí.

Han marcado los perfiles de fichajes en Bilbao como Gift, Oyono, Adama y Djaló... jugadores negros, jóvenes y con enorme capacidad atlética.

I. W.: En el fútbol actual el físico es muy importante. Siempre les vacilo a los compañeros con que para 2025 vamos a ser un once entero de negros. Estoy supercontento y orgulloso. El Athletic tiene diversidad, muchas familias vienen a Euskadi para integrarse y que sus hijos tengan un futuro mejor. Estoy feliz de que vengan jugadores negros que representen estos colores. La gente se siente superorgullosa de que los hermanos Williams estén en el primer equipo. Gracias a eso estamos atravesando fronteras, la gente dice: ‘Los negros pueden ser vascos’. Ojalá este legado continúe durante muchos años más.

“Me gustan muchos. Savinho, del Girona. Bellingham me impresionó en el primer partido de Liga en San Mamés con el Madrid”

Nico Williams

Acabo: díganme una estrella de esta Liga que admiren.

N. W.: Me gustan muchos. Savinho, del Girona. Bellingham me impresionó en el primer partido de Liga en San Mamés con el Madrid. Son muy buenos y van a marcar una época. Me gusta fijarme en ellos, intento aplicar a mi juego cosas que hacen.

I. W.: Yo tengo tres y juegan en el Athletic: mi hermano, Guruzeta y Simón. Están haciendo una temporada espléndida. Uno pelea por el Zamora el otro, por el Zarra. Están increíbles. Guru se ha amoldado a nuestro estilo, desatasca el juego con Oihan (Sancet).

Raúl García dijo que se retira y ahora Munian anuncia que deja el Athletic...

I. W.: Iker y yo somos como hermanos, llevamos diez años juntos. Siempre he sentido mucha admiración por él, porque salió de un barrio que está al lado del mío (en alusión a la Txantrea y la Rotxapea). Tenemos muchos amigos en común de antes de que yo llegara al Athletic. Siempre he querido ser como él. Le he visto crecer y me siento un afortunado por estar todos estos años a su lado. Hemos crecido, reído y llorado juntos. Me ha enseñado mucho en un montón de momentos en los que las cosas no me han ido del todo bien. Es un referente para todos los jugadores que hemos venido de abajo. Siempre ha estado con una sonrisa. Hemos ido de la mano. Es una lástima, una pena. Siempre ha dicho que su objetivo en el fútbol era ser un One Club Man, pero la vida no siempre nos da todo lo que queremos. A veces los sueños se cumplen y en su caso ha ocurrido con lo de ser el líder del equipo campeón, el capitán, y levantar el trofeo con Óscar (De Marcos), una de las parejas que más partidos ha jugado en el Athletic y en la historia del fútbol.

Se va como una leyenda del Athletic.

I. W.: Eso es lo que pienso. Se ha ganado por todo lo que ha hecho deportivamente. Y como persona nos ha dado una lección a los jóvenes de cómo debe comportarse un capitán, especialmente en los momentos más duros, cuando vienes de no jugar, de tener los minutos que muchas veces te has merecido. Es un espejo en el que todos debemos mirarnos, me da muchísima perna, pero así es la vida. Ojalá le vaya todo lo bien que se merece y vuelva a disfrutar del futbol y la pelota, a la que solo sabe tratar bien. Va a tener un hermano para lo que sea.

N. W.: Siempre me ha ayudado lo máximo posible, lo ha hecho todo por nosotros los jóvenes, que al final siempre somos los que la liamos. Me llevo de él los valores que tiene.

Iñaki besa a su hermano en San Mamés mientras sujetan la Copa
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Iñaki besa a su hermano en San Mamés mientras sujetan la CopaAIOLDiarioAS

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