La desaparición de Reinildo
El mozambiqueño ha pasado de ser imprescindible antes de su rotura de cruzado en febrero de 2023 a no entrar en los planes de Simeone. Dos errores le condenaron al volver a jugar.
Se busca en el Cerro del Espino, Majadahonda. Es un hombre de un metro ochenta de altura, setenta y tres kilos de peso y 30 años de edad. Complexión fibrosa, músculo largo. Atiende al nombre de Reinildo, apellido Mandava. Origen: Beira, Mozambique. Está de cuerpo presente pero en realidad no está. O al menos, Simeone parece que haya dejado de verlo. El mejor defensa del Atlético la temporada pasada, la 22-23, hasta que en febrero se rompiera la rodilla (ligamento cruzado).
Fueron once meses deseando su regreso. Era uno de los fichajes más deseados en el pasado mercado de invierno. De hecho, por eso el entrenador y el club permitieron su marcha a la Copa de África en enero, para que le sirviera de pretemporada, coger ritmo, forma. Para su regreso al equipo. Pero, aunque lo hiciera, aún no ha vuelto. La foto más fiel se produjo en Son Moix, tras el descanso del Mallorca-Atlético de Liga. Hermoso, tocado, se quedaba en la caseta y Simeone, en vez de sacar a Reinildo, su suplente natural, se decantaba por mover a Azpilicueta del carril derecho para ubicarlo en el izquierdo e introducir a Nahuel Molina. Reinildo acabaría jugando, sí, pero solo un minuto. De fundamental, Reinildo ha pasado a ser residual.
Dos errores le condenaron. Dos errores graves pero que pudieron tener que ver más con sus once meses parado que con su oficio, pero que condenaron al Atlético en los partidos llamados a ser su regreso, la vuelta de Rei, como le llama el entrenador. O Rei para la afición. El primero fue en la ida de la semifinal de Copa ante el Athletic en el Metropolitano, cuando el partido estaba 0-0, el defensa le hizo una dura entrada a Beñat Prados con los dos pies por delante y cometió un penalti que convertiría Berenguer y sería una losa en la eliminatoria (el partido acabó de hecho para los vascos). Un duelo en el que la titularidad de Reinildo se consideraba un candado ‘antiWilliams’ por su mejor partido como rojiblanco antes de lesionarse la rodilla en San Mamés donde fue un muro impenetrable para los dos hermanos. Nico e Iñaki. Al descanso, Simeone le sustituyó.
El segundo error fue trece días más tarde, en otra ida, ahora la Champions, ahora ante el Inter en San Siro. El Atlético regresó a casa con un gol en contra provocado también por un error de Reinildo: se estorbó con De Paul en la zona de tres cuartos y perdió un balón en uno de esos lugares del campo donde nunca se pueden perder. Gol de Arnautovic. Aquello sucedió un 20 de febrero. Después pasaron tres partidos más de Champions en los que jugó cero minutos y nueve de Liga, en los que Reinildo participó en 358 (de 810 posibles), con solo tres titularidades. “Me tomé la lesión como un reto; en la vida pasé por cosas mucho peores...”, decía el futbolista que llegara al Atlético en el invierno de 2022 tras haber ganado el junio anterior la Ligue 1 con el Lille y ser elegido por L’Equipe en el once ideal de la competición al lado de nombres como los de Mbappé o Neymar (PSG). Ese defensa serio y expeditivo que sobrevivió a un tiroteo en su país y que perdió a sus padres muy joven, ese chico de un metro ochenta de altura, setenta y tres kilos de peso y 30 años de edad que no ha perdido la sonrisa mientras trata de volver a encontrarse en el Cerro del Espino.
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