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ATLÉTICO

La cura, mejor fuera

El Atlético juega en Cádiz obligado a ganar para reponerse del golpe en Champions. Esta temporada le salen los partidos mejor a domicilio que en casa.

Griezmann, en una sesión del Atlético con Hermoso. La cura, mejor fuera.
PEPE ANDRÉSDiarioAS

El Nuevo Mirandilla ya fue testigo de una resurrección este verano. La de Griezmann, que se encontró con el gol después de casi nueve meses seco. Fue en el Carranza donde al fin se arrancó ese tapón que arrastraba desde que el 6 de enero hubiese marcado su último gol, ante el Majadahonda, primera ronda de Copa entonces para los rojiblancos. Después llegaría una recaída de la lesión que había sufrido tras la entrada de Carvajal en el derbi en el Bernabéu LaLiga pasada, meses de dudas, de hacerse la portería pequeña, de toparse con el palo, el cuerpo del portero, el aire; siempre fuera, con la rojiblanca y con Francia.

Necesitados de levantarse y andar, como Lázaro, viajan los rojiblancos a este partido de Liga después de que esa frase de nada sirviera ante el Leverkusen. Porque esa frase estuvo en el Metropolitano, en el silbato de Turpin, el árbitro del partido entre rojiblancos y alemanes el miércoles, 5ª jornada de Champions, cuando, habiendo pitado ya el final, le dio a los del Cholo una vida extra: había habido una mano en el área. Penalti. Meterlo era seguir vivo en la Champions, viajar a Oporto dependiendo de sí mismos para alcanzar los octavos. Pero esta competición siempre tiene un viraje retorcido para el Atleti. Carrasco falló, Saúl envió el rechace al palo, el balón de Reinildo que se iba a la red lo sacaría el mismo belga con el talón, en la línea. Un final cruel para cerrar una muerte anunciada: la de los rojiblancos en una Champions en la que solo ganaron un partido, el primero ante el Oporto, y fueron incapaces de hacerlo en los cuatro siguientes, ante Brujas y Leverkusen, ambos rivales a priori inferiores, por mucho que dispararan a puerta, haciéndosele siempre de noche en las áreas.

Ahora la cura la buscarán en Cádiz y esta temporada parece mejor que eso ocurra fuera y no en casa, donde abunda el ataque de nervios y los pitos a las primeras de cambio desde el inicio de la temporada. Una presión, la de la grada, que parece pesarle quilates a los del Cholo en las piernas, más livianas cuando juegan fuera. Ha ganado en Mestalla, ha ganado en San Mamés, ha ganado en el Villamarín, campo inexpugnable hasta la jornada pasada, cuando los rojiblancos lo pisaron. Ha encajado sólo dos goles (y ha marcado diez), por el balance 7 recibidos, 8 marcados de casa. Salvo en Anoeta, que empató (1-1), fuera sólo ha sabido ganar (en casa ha perdido ya dos, ante el Villarreal y el Madrid).

Antecedentes tras derrotas en Champions

Como ganó la temporada pasada después de ser eliminado en cuartos de final de la Champions ante el City (2-1 en el Metropolitano ante el Espanyol, con un penalti lanzado fuera de tiempo ya por Carrasco que esta vez entró), como ganó al Alavés al día siguiente de caer eliminado la 2020-21 ante el Chelsea en octavos. La última vez que a la eliminación en Champions siguió una derrota en Liga fue en la 2018-19, cuando tras ser eliminados en Turín, los rojiblancos perdieron en San Mamés. Entonces, el golpe, por cierto, también fue de los duros.